Cristina Carreño tenía 33 años cuando fue detenida en Buenos Aires el 26 de julio de 1978, en el marco de la Operación Cóndor, que fue el mecanismo de coordinación represiva con que las dictaduras del Cono Sur pretendieron aniquilar los movimientos sociales en los años 70. La tuvieron recluida en el campo de concentración «El Olimpo», donde fue torturada. Junto a otras 11 personas fueron sacados de ahí, asesinados y lanzados al mar. Las aguas la devolvieron y apareció en una playa de La Plata en el año 2005 . El largo proceso de identificación determinó que efectivamente era ella, habiendo llegado sus restos ayer a Chile, que serán depositados en el Memorial al Detenido Desaparecido del Cementerio General. Cristina Carreño era una de las 79 chilenas detenidas-desaparecidas en Argentina y la primera en ser identificada y repatriada.
Una mujer sencilla que como tantas otras, simboliza el drama de la desaparición forzada de personas, que victimiza irremediablemente a sus familias y mantiene a sus familiares años y años en su búsqueda. Cristina Carreño ha vuelto a su hogar casi 30 años después, muchas otras quizás no regresen...
Por eso, los torturadores son la más baja especie humana. Matan intencionadamente, con afán de exterminio, lo que los transforma en el peor delincuente, en un verdadero peligro para la sociedad.
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