martes, 26 de julio de 2011

En la Casa del Vino

La muerte de Amy Winehouse ("Casa del Vino" supongo que se traduce su apellido) ha causado un gran impacto en todo el mundo.

Es que se juntan dos cosas: por un lado, que era una gran cantante, con una voz que llamaba la atención y cautivaba rápidamente; un estilo que mezclaba jazz y soul entre otros, muy bien interpretado; que era joven y había conquistado un enorme prestigio artístico gracias a su talento.

Pero por otra parte, era una persona que daba mucho que hablar en las páginas policiales. Su adicción al alcohol y las drogas era tan fuerte que no lograba rehabilitarse a pesar de las veces que estuvo internada con ese fin. Su último concierto fue patético, vergonzoso. Totalmente borracha modulaba algunas palabras mientras el público de Belgrado reprochaba su actuación.

Desgraciadamente hay una permisividad hacia las adicciones de las personas públicas. Y la prensa es cómplice de esto. Las personas comunes y corrientes son perseguidas, apresadas, juzgadas y condenadas por consumir drogas, pero las personas públicas gozan de un cierto grado de impunidad que es un muy mal ejemplo hacia la sociedad, pero probablemente esa sea una acción política de los grandes medios de comunicación que la opinión pública recoge y no cuestiona.

El tiempo nos dirá cuál sea el legado de Amy Winehouse, si su gran talento musical, los problemas derivados de sus adicciones o ambos.

miércoles, 20 de julio de 2011

Sacó la voz

Sebastián Piñera sacó la voz, dio su opinión, expuso su más íntima reflexión respecto al gran tema que mueve a la sociedad chilena hoy en día, que ha sido puesto como el principal tema de discusión por los estudiantes:

"La educación es un bien de consumo" dijo en La Moneda, tal como lo repiten radios y canales de televisión, agregando además que "tiene un componente muy importante de inversión".

Para qué más. Está todo dicho. Para el Presidente, para el actual gobierno, la educación no es un derecho, es un bien de consumo.

viernes, 15 de julio de 2011

El descaro de todos los discursos

Este año y medio de gobierno piñerista ha dejado más que en evidencia el descaro con que los políticos, DE TODOS LOS SECTORES (así, con mayúsculas), interpretan todo lo que pasa. Es imposible mencionar todos esos discursos descarados, pero al menos algunos a mí me parecen absolutamente desvergozados (para no decir "sin vergüenza").

La derecha se queja amargamente de que la oposición se opone a todo . ¿Y qué hicieron ellos durante 20 años? ¡¡Oponerse a todo!! No dar nunca paso ni siquiera a las cosas más obvias y elementales y además hacer campaña a través de los medios (SUS medios) para impedir todas las iniciativas de los gobiernos de la Concertación. Todo atentaba contra el libre mercado, todo amenazaba con estatizar al país, etc., etc.
No sé cómo tiene cara ahora la derecha de reclamar porque la oposición de opone, a pesar que solo se opone la oposición, no se opone también la prensa, como fue durante 20 años.
¿Cómo puede ser posible que la Matthei, Carlos Larraín, Moreira, Coloma y miles de otros dirigentes derechistas tengan el descaro de quejarse porque la oposición obstruye sus propuestas, si es LO UNICO que ellos hicieron durante 20 años?

Pero la Concertación también hace el ridículo. Rasga vestiduras porque este gobierno va a vender el 10% de las sanitarias, siendo que ellos vendieron el 50%. ¿Cómo tienen cara de reclamar? quién va a creerles?
Rasgan vestiduras porque el aumento salarial es "poco", pero nunca Aninat, Eyzaguirre ni Velasco propusieron aumentos "dignos". En esos años la CUT y la ANEF eran los únicos que pedían un mayor aumento y su voz no tenía eco ni en gobierno ni en oposición. ¿Con qué cara los Lagos Weber o los Enríquez Ominami piden ahora mejoras salariales si cuando pudieron darlas no lo hicieron?
Los políticos concertacionistas también rasgan vestiduras por Hidroaysén y otras centrales, pero son sus mismos funcionarios de confianza quienes ahora ocupan altos cargos en esas grandes empresas. Baste recordar que Daniel Fernández, hoy máximo ejecutivo de Hidroaysén, fue jefe de ENAP, presidente del Metro y de Televisión Nacional, y nunca le faltó un buen puesto, razón más que suficiente para que ENDESA lo reclutara para encabezar el nuevo proyecto, pues garantizaba su aprobación en caso que la Concertación siguiera en el poder...

Y qué decir de la educación. El 2006 se pudo hacer la gran reforma, impulsada por los pingüinos, pero se hicieron unas tibias modificaciones. La derecha no permitió avanzar más en las reformas, pues se negaron siquiera a hablar del lucro, la municipalización y la educación pública. Pero la Concertación no tuvo la fuerza, la voluntad ni el empuje para promover reformas de fondo, como las siente la mayoría del país, esa mayoría que hoy se expresa en las calles y en las encuestas.
Pero también porque en la Concertación hay muchos que están más cercanos a la derecha en algunos temas y no les interesaba impulsar reformas que les impidieran lucrar de la misma forma que lo hacen los Lavín, Longueira, Piñera y tantos otros. Porque en la Concertación también hay accionistas de AFPs, de ISAPRES, de La Polar y de las universidades privadas.

Asimismo, de las reformas judiciales podríamos hablar un largo rato, de la ley antiterrorista, de su aplicación solo al pueblo mapuche y los anarquistas. O de la delincuencia. Según la derecha, la gran prensa y Piñera era ineficiencia de la Concertación. Ahora la delincuencia es mayor que antes, pero la prensa y los políticos ya no hablan de cifras ni de puerta giratoria, se le olvidaron esos conceptos, porque "otra cosa en con guitarra".

Esta es la triste realidad, y así... ¡¡ESTAMOS CAGADOS!!

martes, 5 de julio de 2011

El Estado responde a las demandas

Esta noche ha ocurrido un hecho por demás significativo: el propio Sebastián Piñera ha tenido que salir en cadena nacional a dar respuestas a las demandas estudiantiles. Me parece que ese es un hecho central. Más allá de que todo tiene que pasar por él, que todas las decisiones las toma él y que a sus ministros no les deja mucho campo de acción, resulta notable apreciar que deba ser el propio Presidente de la República quien tenga que salir a dar las respuestas. Significa que las movilizaciones han logrado llegar a las más altas esferas del Estado y eso ya es un triunfo de los estudiantes, de los profesores, del Consejo de Rectores, de la ciudadanía en general que ha salido a las calles en las últimas semanas.

Respecto a las propuestas enunciadas por Piñera, hay que revisarlas con mayor tranquilidad y profundidad y además esperar a ver si se cumplen, pero la primera sensación es que en todo lo que es económico son parches, darle "mejoral" al problema del endeudamiento de los estudiantes, aumentando becas, rebajando intereses, etc., sin atacar el tema de fondo, que es el concepto de educación que queremos para esta sociedad.

Pero hay un punto que me pareció trascendente: Piñera propone diferenciar entre 4 tipos de universidades:
- las estatales (la Chile, la Usach, etc.)
- las tradicionales no estatales (Católica, UCV, la Santa María, etc.)
- las privadas sin fines de lucro (Alberto Hurtado, Academia de Humanismo Cristiano y alguna más), y
- las privadas CON fines de lucro, que según dijo, deberán transparentar sus cuentas, declarar sus ingresos y pagar los impuestos correspondientes (San Sebastián, Adolfo Ibáñez, del Desarrollo y muchas más).

Ese punto me parece vital en la actual discusión sobre la educación. Obviamente Piñera no se opone al lucro, está en su propio ADN y no se entendería que él se sume a la demanda de "no al lucro en la educación", pero al aceptar el lucro con esas reglas está transparentando un tema que intencionalmente había quedado en la nebulosa durante 30 años, permitiendo que los inversionistas en universidades se enriquezcan a costa de las familias que deben endeudarse de por vida para que uno de los suyos pueda cumplir el sueño de ser profesional.

Habrá que esperar, por un lado, la respuesta de los estudiantes y de los demás actores al mensaje, y por otro, saber si esas propuestas se traducen en medidas reales, pero la sola presencia de Piñera en la televisión ha avalado la justicia de sus demandas y la contundencia de sus argumentos.