jueves, 30 de octubre de 2008

Titulada














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Mi sobrina Noemí recibió su título profesional. FELICITACIONES mi amor!!
No hay plazo que no se cumpla... La universidad ya es pasado.
(y en recuerdo de Barcelona te van unas canciones en catalán).

miércoles, 29 de octubre de 2008

Borroneando ideas: ¿Se castiga qué?

Este domingo se realizaron las elecciones municipales en Chile y aunque la derecha canta victoria alborozadamente, lo hacen con fines publicitarios, porque tienen muy poco que festejar, creo yo. Celebran por ejemplo el triunfo en la Municipalidad de Santiago, pero ya la ganaron en 2000 y en 2004, por lo que no es una situación nueva.
Está más que claro que la derecha tiene un techo. Una vez más ha perdido las elecciones y no logra pasar del 40 por ciento de los votos.
En elecciones individuales ha tenido un poco más de éxito: Pinochet obtuvo el 43% en el plebiscito de 1988 y tanto Lavín como Piñera bordearon el 48% en las segundas vueltas presidenciales del 2000 y 2006.
Pero en elecciones generales, en esas que muestran la adhesión a los partidos en todo el país, la derecha ha perdido TODAS las elecciones y esta también. En concejales las dos listas de la Concertación suman 45% y la derecha un 36% y si bien la derecha ganó por dos puntos en alcaldes, ese es un dato muy poco confiable, porque hay muchos candidatos concertacionistas que fueron como independientes y sacaron buenas votaciones y porque la Concertación cometió demasiados errores en la designación de sus candidatos a alcalde.
En Estación Central por ejemplo, estaba todo dado para el abogado de derechos humanos Hugo Gutiérrez, pero Alvear insistió en poner un candidato DC que solo le quitó votos a Gutiérrez, perdiendo por muy poco con un UDI. En Cerro Navia, con población mayoritariamente pobre, el PPD puso de candidato a un pijecito que además tiene las manos sucias con las platas de la Corfo y la Municipalidad de Viña, por sus vínculos con Inverlink. En Arica fue por fuera un PPD que ganó ampliamente, dejando al candidato oficial de la Concertación con una miseria de votos, lo que pasó también en varios otros lugares. Y dentro de ese despelote hubo dos pérdidas lamentables: Aldo Cornejo en Valparaíso y Angel Bozán en Buin, que ha hecho un gran trabajo gremial como presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades.
Dado que estas elecciones son locales, importa mucho la buena selección de las personas que estarán interactuando ahí en el municipio con los vecinos. No es lo mismo que los parlamentarios, que finalmente "representan" a sus electores en un lugar lejano, como es el edificio del Congreso.
Con mejores candidatos la Concertación no hubiera perdido muchas alcaldías. Porque mi opinión es que no las gana la derecha por méritos propios, sino que las pierde la Concertación por las malas decisiones que dejan a merced de cualquiera cargos a los que de otra manera la derecha no accedería, porque insisto, la derecha tiene techo: del 40% no pasa, aunque indudablemente la campaña diaria de Piñera durante 6 años constituye un riesgo real.
Por lo tanto, un candidato de unidad que no sea Lagos perfectamente puede ganarle a la derecha. Y la renuncia de Soledad Alvear hoy a la presidencia de su partido y a la candidatura presidencial despejan muchísimo el camino.
En mi opinión, a la cabeza de su partido ha mostrado pocas habilidades, lo que la inhabilita para dirigir el país. No ha sabido resolver bien situaciones difíciles, como el tema de Adolfo Zaldívar o de los candidatos a alcaldes. Hablando en lenguaje de recursos humanos, se podría decir que Soledad Alvear ha mostrado pocas competencias para manejar el conflicto y para trabajar bajo presión, además que le faltan habilidades de comunicación.
En consecuencia, volviendo al título de este post, a quién castiga la votación: al gobierno en parte, porque no aumenta su apoyo; a los partidos de la Concertación, por las malas decisiones tomadas, empezando por ir con dos listas a insistencia de los siempre desubicados del PPD. Y a la derecha, porque a pesar que machacan todo el día, no logran capitalizar en votos y en respaldo ciudadano esa campaña sucia y no logran revertir la tendencia manifestada durante 19 años: su techo es el 40%. Y a esos de "Chile Primero", que apoyaron a la derecha y no le sumaron ni un solo voto adicional. Y a los colorines, que pueden aspirar legítimamente a seguir siendo un partido pequeño y sin peso político, pero existir al menos.

domingo, 26 de octubre de 2008

Argentina siempre da el ejemplo

La presidenta argentina Cristina Fernández envió al Congreso Nacional un proyecto de ley por el que se devuelven al Estado los fondos previsionales de los trabajadores argentinos, que desde 1994 (cuando Menem impuso el modelo neoliberal a concho, privatizando y corrompiéndolo todo) manejan las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, AFJP.
El objetivo de esta importante medida es terminar con el modelo de capitalización individual establecido con la creación de las administradoras privadas y volver al sistema de reparto solidario, en que el Estado asume la responsabilidad de garantizar una vejez digna para todos, entendiéndolo como un derecho social y económico del que no debió excluirse.
El menemismo aceleró las medidas neoliberales, privatizando empresas, bienes y servicios (la previsión, los trenes, Aerolíneas Argentinas y muchas más). Las AFJP siguieron el modelo impuesto en Chile por la dictadura, que modificó en 1980 el régimen previsional, entregando la adminsitración de todos las cotizaciones previsionales de los trabajadores chilenos a las Administradoras de Fondos de Previsionales, AFP, empresas que lucran con el dinero de los trabajadores y enriquecen a los dueños de esas AFP y no a los dueños de los dineros que ellas mueven. Como en Argentina el modelito no se impuso en dictadura, no se pudo obligar a que todos los trabajadores se incorporen a las nuevas administradoras privadas. En Chile hasta ahora se niega la formación de una AFP estatal, pero en Argentina coexisten ambas, hasta hoy.

Actualmente los afiliados del sistema de capitalización individual privado son 9,5 millones, de los cuales aportan sólo 3,6. Mientras que en el sistema estatal de reparto se cuentan 3,7 millones de afiliados activos y se atienden 4,7 millones de beneficiarios. Tal es el desequilibrio del régimen a reemplazarse. La reforma planificada importa transferir 97.000 millones de pesos administrados hoy por las AFJP al ámbito estatal; a la vez que un flujo anual de aproximadamente 11.700 millones de pesos será percibido en el futuro por el sistema único público. Así la progresividad social y la solidaridad intergeneracional de la reestructuración planteada son acompañadas por la racionalidad económica.
La estatización del sistema previsional supone su desmercantilización y el restablecimiento de la noción de derecho social de la jubilación. Es un importante paso en la reapertura de un proceso de recuperación del concepto de servicio público para un conjunto de actividades y bienes cuya disposición constituye el mismo concepto de ciudadanía y acceso que no puede resolverse con la lógica mercantil, siendo la sociedad íntegra la responsable del cumplimiento de los derechos que y el Estado su agente: salud, vivienda, trabajo, educación. La administración de los aportes y contribuciones al régimen previsional por parte del Estado, supone un reordenamiento de los desaguisados financieros de la irresponsable transición con la que se originó el régimen privado.
La recuperación de un régimen jubilatorio íntegramente público completa las disposiciones previas en relación con la inclusión en la percepción de ingresos de ciudadanos excluidos de ese derecho y la ley de movilidad de las jubilaciones. Recupera la noción de solidaridad intergeneracional y garantiza la responsabilidad de la sociedad respecto de la vejez. (Basado en "Página/12").

En Chile los medios de comunicación se han apurado en entregar las más rebuscadas explicaciones para la decisión de "la Sra. K". Es que tienen que evitar que a alguien se le pueda siquiera pasar por la cabeza algo parecido. Las AFP y las ISAPRES (empresas de salud privada) son los mejores negocios del modelo económico chileno y son una teta que ningún gran empresario está dispuesto a dejar de chupar.

"En esta Argentina hay lugar para todos, aún para aquellos que piensan que la Argentina es para unos pocos. Solamente pedimos que nos dejen construir el país que todos queremos y donde podamos estar, un poco mejor, todos los días", dijo Cristina en un acto en el partido bonaerense de San Martín, en agosto pasado.

martes, 21 de octubre de 2008

Se van sacando la careta

Ese grupúsculo de personajillos que se juntaron en torno al ego gigante de Fernando Flores, que se autodenominan "Chile Primero" y que supuestamente son medio progresistas, se han empezado a sacar la careta.
Y como el domingo son las elecciones municipales en todo Chile, en estos días hay bastante movimiento político. El fin de semana el ex-presidente del PPD Jorge Schaulsohn recorrió San Miguel con el candidato ¡de la UDI! y hoy la radio informa que Flores (senador elegido por el PPD también) reconoció que conversará con Piñera ¡para apoyarlo en la campaña presidencial del 2009! Ahí están los altos dirigentes de ese grupúsculo, del brazo de la derecha. ¿No les da vergüenza?
A mí me dan ganas de vomitar...

domingo, 19 de octubre de 2008

Un barco sin capitán

A propósito del plan de rescate financiero de 700 mil millones de dólares del gobierno norteamericano que discutió el Congreso, la periodista chilena Elizabeth Subercaseaux escribió desde Washington para el diario "La Nación":

Justo cuando era más necesario, en momentos en que el mundo entero tenía sus ojos puestos en el Capitolio, Washington envió una clara señal de falta de liderazgo: el Presidente George W. Bush no tuvo la fuerza política necesaria para convencer, ni siquiera a sus propias bases, de aprobar un paquete de medidas de rescate del sector financiero.
(...)
Cuando finalmente los Representantes aprobaron el plan, luego de interminables negociaciones y presiones casi insoportables, Wall Street, el Congreso y la Casa Blanca respiraron aliviados, pero los mercados no respondieron como se esperaba ante los signos de recesión y la gran pregunta sigue flotando en el ambiente: ¿este plan ayuda a sacar el agua del bote que se está hundiendo o tapa el agujero?
Hay consenso entre economistas y políticos de que el plan es sólo el principio de un proceso de regulaciones, revisiones, supervisiones e incluso enmiendas al mismo plan para que su implementación resulte eficiente y las cosas se hagan bien.
Uno de los aspectos que añade dramatismo a esta crisis es que ocurre justamente al final de la campaña presidencial, cuando faltan pocos días para elegir a quien tendrá que hacerse cargo de un desastre que amenaza con dejar a la economía estadounidense en condiciones famélicas durante los próximos dos o tres años.
A la hora de evaluar a quien ha afectado más el descalabro financiero, hay que decir que Barack Obama ha salido bastante mejor parado que John McCain. Siempre se dijo que la economía era el fuerte del postulante demócrata y el aspecto más débil de su adversario republicano, y eso ha resultado ser cierto, al menos en las apariencias.
El público ha visto en Obama a un líder sereno y reflexivo en medio de la crisis. Las 4 condiciones que definió como indispensables para que los demócratas apoyaran el acuerdo en el Congreso fueron consideradas en la redacción final. Ha explicado de manera clara cuáles serían las consecuencias para el hombre de la calle si no se rescata al sector financiero de un colapso total.
Y todo esto se ha reflejado en las encuestas, donde ha subido casi con la misma velocidad con la que se profundiza la crisis. Un 64% de los estadounidenses lo ve mejor capacitado para manejar la economía que McCain. Las mismas encuestas dicen que Obama ganó el debate presidencial en todos los frentes el económico y el internacional y las apuestas señalan que, al ser considerado más apto que su rival en el manejo de la economía, sus posibilidades de ganar la elección son ahora mucho más reales que hace dos meses.
El hecho de que John McCain se haya dado por vencido y simplemente retirara su campaña del estado de Michigan habla de por sí de lo mal que están las cosas para su candidatura. Si las encuestas reflejaran hoy lo que sucederá el 4 de noviembre, McCain perdería la elección, y su caída se debe fundamentalmente al problema económico.
McCain se ha demostrado ignorante en el dominio de la economía, errático y atolondrado desde el comienzo de la crisis. "Hace tiempo que sabemos que el señor McCain no sabe de economía, lo ha dicho él mismo y también ha negado haberlo dicho, pero eso no importaría tanto si tuviera buen gusto a la hora de escoger a sus consejeros económicos", escribió Paul Krugman (*) en "The New York Times", para explicar que el candidato republicano tiene entre sus asesores económicos a gente como Phil Gramm, quien hace sólo dos meses declaró que el país se encuentra en una "recesión mental" y que los norteamericanos son unos "quejosos". Gramm ha participado activamente en el desmantelamiento legislativo de las regulaciones a la economía y está siendo señalado como uno de los grandes responsables de esta crisis. Y se ha dicho que, si gana McCain, Gramm sería su secretario del Tesoro.
(*) A Krugman se le otorgó, recién en estos días, el Premio Nobel de Economía 2008.

viernes, 17 de octubre de 2008

El día que cambió la historia de los DD.HH.

Antes de que se informara que había sido apresado, corrió fuerte el rumor de que había muerto en Inglaterra. Eso era más fácil de creer que lo que vino después: 503 días de detención en Inglaterra por orden de un tribunal español que lo juzgaba por genocidio, terrorismo y tortura. Ese día la historia cambió.

Cuando ingresé esa mañana del 16 de octubre de 1998 -junto a varios de mis colegas con quienes reporteábamos habitualmente La Moneda y los viajes del Presidente Frei- a la sala de prensa habilitada para la Cumbre Iberoamericana de Oporto, me enteré que Augusto Pinochet había sido detenido.
Eran como las 7 de la mañana en Chile. Los periodistas extranjeros nos saludaban, abrazaban y felicitaban. Nos pedían entrevistas para sus respectivos medios, para que explicáramos el impacto de ese hecho en nuestro país, que para ellos, y muy lejos de la verdad no estaban, no tenía resuelta ninguna de sus heridas.
Las primeras 48 horas me quedé en Portugal reporteando la cumbre, con Fidel Castro como estrella principal y las frenéticas gestiones de Frei y su entonces canciller José Miguel Insulza, antes que me destinaran a Londres donde estuve casi un mes.
La London Clinic por fuera no era tan grande como en las primeras imágenes, estaba casi a la vuelta de la embajada chilena y en una esquina entre ambas, varios periodistas ocupábamos una cabina telefónica para despachar, vía operadora internacional, a nuestros diarios.
Ya al cabo de unos días, las telefonistas nos reconocían la voz y nos comunicaban sin siquiera pedirnos el número. Dos, cuatro y hasta seis páginas diarias, escritas a mano en un cuaderno universitario y dictadas palabra por palabra a mi editor en Santiago, que me grababa y transcribía.
Llovió muchas veces, no hacía más de dos grados de temperatura, nos perdíamos en el metro, pocos hablábamos inglés, Londres era caro, no siempre los viáticos nos alcanzaban bien, dormíamos poco y más de una noche hacíamos guardia fuera de la clínica por si sacaban al general a escondidas. Fue una de las noticias más importantes de la década.

Por Marcela Jiménez. Transcrito de "La Nación" del 16 de octubre de 2008.

jueves, 16 de octubre de 2008

Un punto de inflexión en la historia reciente

Dado que soy una persona que escucha radio todo el día, los hechos más relevantes grabados en mi memoria los tengo asociados con la radio. El asesinato de Kennedy, los dos 11 de septiembre, el triunfo de Chile en Arica en 1962, el funeral de Monseñor Romero y tantos otros.
Y entre ellos indiscutiblemente está el 16 de octubre de 1998. Eran las 7:40 aprox. de un día sábado y, como siempre, al despertar puse la Cooperativa. La periodista del noticiero (no recuerdo si era Manola Robles, Verónica Franco, pero era una mujer) repitió una noticia llegada poco antes desde Londres: había sido detenido Pinochet en una clínica, en cumplimiento de una orden de captura internacional emanada del tribunal español encabezado por el juez Baltasar Garzón.
En ese momento no le di gran trascendencia. Era muy reciente y no alcanzaba a dimensionar que ese era un hecho que cambiaría la historia moderna de Chile y de la justicia internacional. Recuerdo que media o una hora después llamé a mi cuñada para contarle lo que había escuchado.
Al mediodía la noticia ya se había transformado en un golpe noticioso. Todos opinaban, aunque nadie sabía muy bien como reaccionar (excepto Moreira y la Maldonado, por supuesto, y los familiares de los detenidos-desaparecidos).
Poco a poco, con el transcurso de los días se fue despejando la situación. ¡¡Pinochet era vulnerable!! Esa fue la gran lección. Y me parecen inolvidables las imágenes de Mónica Pérez, Felipe Gerdtzen y el atinadísimo Domingo Valenzuela en las afueras de "The Clinic", de la Cámara de los Lores (y de Virginia Waters después), cubriendo día y noche todas las informaciones de un hito histórico.
¡¡Pinochet estaba preso!! ya no sabía si se movían las hojas!! era de carne y hueso!! Y se empezaron a tramitar los juicios. Premonitoriamente Gladys Marín había presentado la primera querella criminal en su contra en enero de ese año 1998. Luego serían cerca de 500 las que debió tramitar el juez Guzmán.
Y el 25 de noviembre, cómo olvidarlo. Nadie trabajaba. Durante horas estuvimos pegados a la radio. Y los Lores determinaron que no tenía inmunidad. ¡¡Qué alegría más grande!! El dictador era sujeto de juicios criminales.
Pero el gobierno chileno presionó para que no fuera extraditado a España y juzgado como se debía. Consiguieron que Inglaterra lo mandara de regreso, pero con el compromiso que sería juzgado en Chile. Y comenzó el largo camino del juez Juan Guzmán Tapia. Fue interrogado, enjuiciado, "imputado", hasta que la Corte prefirió declararlo demente. El cobarde nunca aceptó sus responsabilidades y se las endosó a sus subalternos, quienes siempre lo defendieron a brazo partido. Pero los traicionó. Como también traicionó a quienes creían que era un hombre honesto y fueron soprendidos con los millones de dólares "escondidos" en el Banco Riggs.
Pero este día abrió los cauces de la justicia. Como bien decía hace algunas semanas una importante luchadora de los derechos humanos, en estos años no se ha hecho mucha justicia, pero se ha encontrado la verdad. Dolorosa y cruel verdad, pero esa es una parte muy importante, saber qué pasó. En casi todos los procesos los jueces han logrado determinar por quién, cómo y cuándo fueron asesinados y desaparecidos tantos hombres y mujeres y ese es un gran avance.
Ayer 15 la Corte Suprema sentenció definitivamente al jefe de la Caravana de la Muerte, que sembró el terror y llenó de sangre más de una decena de ciudades en octubre de 1973, a 6 años de cárcel. ¿Seis años por más de un centenar de muertos a mansalva? Es muy poco, pero es. Ese general, su familia y la sociedad saben que fue condenado y deberá permanecer junto a varios cientos de asesinos, cómplices y encubridores en los calabozos especialmente levantados por la democracia para los victimarios. Y eso ya es algo, es mejor que nada, aunque la frase parezca conformista.
Además, ese 16 de octubre de 1998 cambió el concepto de justicia internacional. Pasó a ser también globalizada. Todo esto, que he relatado a saltos y desordenadamente, fue porque en 'The Clinic', hace 10 años, fue detenido Pinochet en Londres.
PD: Y escribo esto después de escuchar el bullicio de la gente en las calles y los bocinazos de centenares de automóviles que celebran algo distinto: el primer triunfo oficial de una selección chilena sobre Argentina, en 80 años, en un partido que jugaron bien y merecieron ganar (y que además demostró que Valdivia no hace falta ni es necesario).

sábado, 4 de octubre de 2008

Una alegría que hizo historia

El 5 de octubre de 1988 tuvo lugar la gesta cívica más trascendente e impresionante de la historia de Chile.
Quince años después del golpe de Estado, Pinochet se sometió al escrutinio popular confiando en que los resultados prolongarían la dictadura por ocho años más.
Pero con un lápiz, tal cual, con el lápiz que se vota, el pueblo chileno le dijo que NO a la perpetuación del régimen.
Meses antes empezaron a aglutinarse las diversas fuerzas políticas de oposición a Pinochet, para darle la pelea -en su terreno y con sus reglas- a la posibilidad de recuperar la democracia a través del NO en el plebsicito. Como muchos, me inscribí en el registro electoral en enero, pues si se diera la posibilidad de estar en Chile pa'l plebiscito sería inadmisible no poder votar.
Cuando empezó la franja política, es decir, la propaganda autorizada para ambas opciones, la canción del NO: "La alegría ya viene", caló tan profundamente que aún sigue presente en la memoria colectiva. Todos los días había un spot nuevo: la señora de la bolsita de té, el impacto de la entrevista a la mamá de Caszely, los limpiaparabrisas o el montón de pies diciendo que NO, el Estévez chico cruzando el puente, todo fue bien hecho y logró emocionar y sobrecoger a todo el país. A Quito nos llegó un video en VHS con la grabación completa de la franja del NO, que se dio en Ceplaes durante varias horas, pues todo el mundo quería verla.
El día del plebiscito, miles de personas esperaban su turno para votar. Y en la noche... ese pobre hombre que era el subsecretario (no merece decir su nombre), dio un par de mesas de la Antártida para decir que ganaba el SI a Pinochet, cuando los cómputos del Comando del NO y de Coooooperativa decían lo contrario. Más tarde, la duda, la inquietud, nada se sabía, cundían los rumores, hasta que el general Matthei reconoció el triunfo del NO al entrar a La Moneda, donde -se dice- Pinochet obligaría a desconocer los resultados, lo que ya no pudo hacer.
Al otro día, el viernes 6, el titular también histórico del Fortín Mapocho: "Corrió solo y llegó segundo" y los miles de personas que llenaron las calles a celebrar que empezaba el fin de la represión, del oscurantismo, que podía haber una nueva vida, que se podría recuperar la democracia y, además, abrir las grandes alamedas.
Mientras, en Quito nosotros estuvimos todo el día en el Parque La Carolina, frente a la embajada chilena, realizando un simulacro de votación e invitando a los vehículos y transeuntes a repudiar a Pinochet. En la tarde, un grupo reducido nos fuimos a la agencia de noticias France Press (en esa época no existían el mail ni el chat, tampoco había cable ni se podían escuchar las noticias por internet). Pegados al teletipo, íbamos siguiendo los hechos, hasta que llegó el flash definitivo: Matthei había reconocido el triunfo del NO.
Sin duda, el plebiscito de 1988 es la mayor gesta cívica de la historia de Chile. Veinte años después, algunas cosas se consiguieron y muchas siguen pendientes, pero eso será parte de un siguiente comentario, porque el plebisicto fue el triunfo de la limpieza, la honestidad y la justicia. Y hoy es eso lo que merece recordarse.