viernes, 25 de abril de 2008

La derecha pedalea en falso

Por Antonio Cortés Terzi (*)

En las últimas semanas la derecha ha pedaleado mucho y ha avanzado poco o nada. Es decir, ha pedaleado en falso. Desde el retorno de vacaciones la derecha ha estado excepcionalmente ágil y activa en cuanto a montar maniobras y operaciones políticas y comunicacionales, al punto que, temporalmente, logró opacar la agenda gubernamental y la idea-fuerza del "segundo tiempo".
En apariencia, ese activismo le habría dado frutos. Perturbó las líneas de acción del Gobierno, avanzó en la consolidación de un frente anti-Concertación con los grupos escindidos de la alianza gobernante, arrebatándole la mayoría y la presidencia del Senado, ganó un fallo en el Tribunal Constitucional y coronó sus ímpetus punitivos "desalojando" y enviando al exilio político a la ahora ex ministra Yasna Provoste.
Pero todos estos éxitos son ritualidades y formalismos (bicicleteos, en definitiva) si no se traducen en incrementos del prestigio público y, sobre todo, en mayores acercamientos al electorado para enfrentar las elecciones que vienen, en especial la presidencial de 2009.
Los muestreos más recientes y las percepciones que se captan de la calle indican con cierta claridad que la derecha no ha cosechado en esos aspectos. Incluso, es posible que algunos de esos éxitos, o la sumatoria de algunos de ellos, se les reviertan en cuanto a popularidad.
Hay algo en los ancestros, en el ADN de la derecha, que la impide darse cuerpos dirigentes de calidad y configurar estrategias políticas eficientes y ordenadoras de sus fuerzas.
La derecha está actuando bajo un clima exageradamente obsesivo y ansioso: ganar la próxima elección presidencial. Por supuesto que todo partido o coalición opositora tiene la ambición de ser Gobierno. Es naturaleza intrínseca de la política. Pero esa ambición se desnaturaliza cuando se sublima y alcanza niveles casi patológicos de obsesión y ansiedad. Y la derecha o sectores de ella está actuando con los síndromes de esas patologías.
Una primera prueba de ello es que adopta decisiones obnubilada por la obsesión. Toma decisiones con anteojeras, sin mirar la totalidad y complejidad de las realidades. Así, por ejemplo, no duda en lanzar iniciativas que, hipotéticamente, sirvan para dañar a la Concertación y al Gobierno, pero sin prever que muchas de esas iniciativas le causan autodaño o sin tener en cuenta que determinados ataques no le reditúan en nada.
Por otra parte, la ansiedad de sus actos se manifiesta en una discursividad tan agriamente criticista contra el Gobierno, que termina siendo un confuso collage de negatividades, reiterado, además, en un lenguaje sin rigor, sin prudencia y sin la tranquilidad expositiva que necesita el crítico para hacerse confiable. Su discurso ansiosamente negativo ha pasado a ser, en gran medida, una parte del paisaje político que la ciudadanía tiende a ignorar.
Esa misma ansiedad, le dificulta seguir una estrategia, instalar temáticas y sistematizar ejes opositores. Como todo buen ansioso, corre de aquí para allá, abandonando lo que hacía para comenzar con otra cosa que luego también dejará a medias. Transantiago, delincuencia, calidad de la educación, gestión gubernamental, salud, corrupción, inflación, etcétera, han sido tópicos que en su momento ha enarbolado para concentrar su fuerza opositora. Pero al menor traspié pasa de un tópico a otro y lo erige en nuevo eje de su política. Tales conductas obstaculizan la implementación de una estrategia, pero, además, proyectan dos efectos lesivos.
En primer lugar, este tipo de criticismo errático tiende a generar la imagen de un político de derecha que semeja más a un comentarista de los últimos impactos noticiosos que a un dirigente con facultades idóneas. Su criticismo no es muy distinto del que a diario practica la gente en la micro, en el trabajo, durante la compra del pan, etc. ¿Por qué, entonces, la gente tendría que asignarle un valor especial al político de derecha?
Y en segundo lugar, merced a ese cambio ansioso de ejes críticos, la derecha se autoniega la posibilidad de difundir una identidad más atractiva que ser simple oposición. Su discurso más totalizador se pierde o queda consumido por el criticismo. Y, lo que es peor, sin un ethos político-cultural novedoso y potente, la derecha no podrá evitar que la ciudadanía no rememore el alma conservadora y autoritaria de la vieja derecha.
La pregunta que cabe es: ¿podrá la derecha superar su ansiosa obsesión por ganar las presidenciales y retomar líneas de acción más reflexivas y racionalmente ordenadas? Podría, claro está, pero es muy difícil. Porque hay una generación política completa de la derecha cuyo prestigio y autoridad quedarían hechas trizas si no vence en la próxima elección presidencial. Es cierto que la dirigencia concertacionista está con miedo ante una eventual derrota, pero es pánico el que inunda a la dirigencia derechista ante la misma eventualidad. Y es ese pánico el que nutre sus ansiedades y obsesiones. Lo malo es que ese pánico, con sus correspondientes obsesiones y ansiedades, la acompañará por casi dos largos años.

(*) Tomado de La Nación Domingo, del 20 abril 2008, cuya publicación fue autorizada a su vez por el Centro de Estudios Sociales Avance (www.centroavance.cl).

domingo, 20 de abril de 2008

viernes, 18 de abril de 2008

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡yo no sé!

LOS HERALDOS NEGROS
(César Vallejo)

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos, pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!


De origen mestizo y provinciano, César Vallejo nació en Santiago del Chuco, Perú, en 1892 y murió en París el 15 de abril de 1938. Es una de las mayores figuras de la poesía latinoamericana, considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX, a pesar de la brevedad de su obra y de su vida.
Dejó obras de la talla de “Los heraldos negros” (1922), “Trilce” (1938) y “España, aparta de mí este cáliz” (1939).

miércoles, 16 de abril de 2008

La culpa no solo es del chancho

La destitución de la ministra de Educación por parte del Congreso, ha servido para dejar en evidencia algunas cosas que la prensa no menciona, porque se suma al terrorismo político de la derecha.
Por una parte, la votación del Senado rayó en lo ridículo: se rechazaron 4 de los 5 capítulos de la acusación y por amplio margen, incluido el que cuestionaba la no destitución del Seremi Metropolitano, que fue uno de los caballitos de batalla de la derecha en el show mediático que armaron en los últimos meses. Es decir, los propios senadores acusadores reconocieron así la falta de base y argumentos de la acusación, pero aprobaron en bloque el primer capítulo y eso basta para destituirla.
La ministra fue víctima de la teoría guerrerista implementada por la derecha, que Allamand llama del "desalojo". Y aunque algunos dicen que se ha "victimizado", lo básico es que ella ha sido la víctima.
Primero que nada, por una cuestión social: si la ministra fuera Errázuriz, Larraín, Matte o Infante seguramente lo habrían solucionado en familia y no la habrían elegido para destituirla, pero no, como es Provoste Campillay simplemente (y además del norte, de origen diaguita), la derecha no le tiene respeto.
Sin embargo, en mi opinión lo más importante es más de fondo: hay un grupo de diputados y senadores que han votado claramente en contra de la opción política por la que fueron electos, es decir, traicionando a sus electores.
Eso demuestra la precariedad del sistema político, en que gracias al sistema binominal las mayorías se ven fácilmente pasadas a llevar por los cálculos y las vueltas de chaqueta. Pero muestra cuán pobres son las decisiones de las cúpulas para buscar candidatos en los períodos electorales. ¡Qué mejor ejemplo que Fernando Flores! Los PPD lo trajeron de Estados Unidos y lo impusieron como candidato de la Concertación en Tarapacá. Y así fue elegido. Pero como es por sobre todo un hombre con un ego demasiado grande, que solo piensa en él y se admira de lo admirable que es él y se maravilla de lo maravilloso que es él, entonces a la primera de cambios se enojó, se salió del partido y le dió la espalda a la Concertación. Esos son los personajes que elige el PPD. Ciertamente Flores es un gran traidor, pero la culpa no es solo del chancho, también del que le da el afrecho.
Otro ejemplo: el PPD impuso a Jorge Schaulsohn como candidato a alcalde de Santiago en 2004, aunque en ese tiempo Trivelli le llevaba gran ventaja en las encuestas, pero en ese caso para el PPD las encuestas no eran valederas. Sin embargo, cuando Bachelet le llevaba amplia ventaja a Soledad Alvear en las encuestas ahí sí el PPD pedía respetar la opinión popular. Si se respetaba la opinión popular seguramente Marcelo Trivelli sería hoy alcalde de Santiago, cosa que Schaulsohn no logró. Y después también se retiró del partido y le dio la espalda a la Concertación.
Es cierto, le tengo tirria al PPD, por apitutados, por renovados, por no ser consecuentes, por ser momiecitos con disfraz de demócratas liberales, pero es que su actuar político me da siempre la razón y nuevos argumentos, ratificando que solo los une el ansia de poder. Y qué decir del tal "Chile Primero", con dirigentes como Fernando Flores y Jorge Schaulsohn se puede esperar cualquier cosa de ese grupo menos un actuar consecuente y con principios, excepto el principio básico de alabar el personalismo de Flores.
Adolfo Zaldívar es un caso distinto. El tiene una posición política diferente y da sus razones, que uno puede compartir o no. El fue demócratacristiano siempre, pero se iba sintiendo cada vez más incómodo en el partido, hasta que el asunto reventó. Por eso él me merece respeto político. Pero no así los diputados colorines que se fueron de la DC para solidarizar con él, ese no es un razonamiento político suficiente. Y con esos diputados y esos senadores se ha constituido esa mayoría circunstancial que no representa las mayorías electorales y que permitieron aprobar la acusación constitucional contra la ministra Provoste.
Desde la vuelta a la democracia, la Concertación ha ganado TODAS las elecciones y con un margen claro de votos. Siempre entre el 10 y 14% de ventaja. Pero el sistema binominal lleva a que esa amplia mayoría de votos no se refleje en los escaños asignados a cada coalición. Y eso permite que dos o tres que se den vuelta la chaqueta cambien la correlación de fuerzas.
Y desgraciadamente ha faltado convicción y voluntad política para cambiar el régimen electoral, tan dañino y en esencia poco democrático.

lunes, 14 de abril de 2008

Entendiendo la crisis "subprime"

Desde hace meses los medios de comunicación hablan de la crisis "subprime" generada en Estados Unidos en el sector inmobiliario, que hizo caer las bolsas en todo el mundo, lleva a la recesión e incluso hundió al quinto mayor banco de ese país, el Bear Sterns. Y como siempre se ha dicho que cuando EE.UU. estornuda todo el resto nos resfriamos, éste resulta ser un tema importante, pero es tratado en los medios como si todos fuéramos entendidos. Afortunadamente por fin encontré en el artículo "Subprime: el lenguaje del engaño", de Raúl Sohr, una explicación de qué se trata este asunto, el que usé como base para esta nota.

El mundo financiero internacional se tambalea. Nadie sabe a cuánto alcanzan las pérdidas del llamado mercado "subprime", palabra que significa "bajo lo óptimo", pero que en realidad quiere decir "de alto riesgo". A los mercados, es decir a los banqueros y operadores financieros, no les gusta hablar de riesgos y por eso inventan estos términos. La falta de transparencia en los mercados financieros es directamente proporcional al vocabulario grandilocuente empleado, tal es así que Bearn Sterns llamaba "High Grade Structured Credit" a sus fondos subprime (Crédito estructurado de alto grado) y parecían una gran cosa.

Dos humoristas ingleses, John Bird y John Fortune, explican el problema simulando una entrevista (se puede ver en YouTube). El que hace de banquero dice: imagínense a un negro cesante sentado en la puerta de su casa en Alabama; se le acerca un individuo que le pregunta si le gustaría comprar una casa antes que la suya se caiga a pedazos, porque puede ofrecerle un préstamo. Entonces el otro personaje aclara que aquél no es un banquero, sino un vendedor que gana comisión por cada hipoteca que consiga.
Después, esta y otras deudas igualmente dudosas son llevadas a Wall Street y convertidas en un "vehículo estructurado de inversión" que se vende a otros bancos que a su vez la revenden a otros, contaminando al resto del sistema financiero.
El entrevistador pregunta por qué los bancos centrales y gobiernos les dan más dinero a pesar de las bochornosas pérdidas. A lo que el segundo personaje responde que es porque no serán los banqueros los que sufran las pérdidas, serán los afiliados de los fondos de pensiones.

Ahí está la esencia del problema entonces: los bancos dan millones en créditos sin respaldo suficiente y cuando el sistema hace crisis convierten su ineficiencia y/o descaro en un grave conflicto social, en crisis del sistema.

Cuando un ciudadano o una pyme pasan por tiempos difíciles y piden condiciones especiales, los grandes grupos financieros advierten los peligros de alterar las "leyes del mercado", pero cuando son ellos lo que están en aprietos no se ruborizan en pedir oxígeno al Estado, por el bien no de ellos, ¡¡noooo!!, sino por la buena salud de la economía. Es la ley del embudo en su máxima expresión. En EE.UU. la Reserva Federal ha dispuesto millonarias ayudas para los banqueros que incurrieron en las deudas, pero no hay nada para los ciudadanos cuyas casas hipotecadas fueron retomadas por los bancos, perdiendo todo lo que habían abonado.

Es que los bancos, en vez de prestar 8 veces el monto de su capital efectivo lo han hecho en razón de 30 veces y más y sus ganancias son desproporcionadas. En Estados Unidos, en 1980 el sector financiero obtenía el 10% de las ganancias del mundo corporativo, pero en 2007 lograron el 40%. Y ese afán de lucro desmedido los llevó a ignorar las normas elementales de prudencia. Si los banqueros perdieran su patrimonio sería asunto de ellos, pero no, deben ser rescatados con fondos públicos porque los verdaderos afectados son los fondos de pensiones de personas que no tienen manejo alguno sobre sus dineros.
Los Estados debieran supervisar los mecanismos de especulación financiera. Y gravar las ganancias excesivas de la banca para disponer de fondos que aseguren que los préstamos bancarios tengan un respaldo efectivo.
¿Algún día se logrará ponerle "el cascabel al gato"?

domingo, 13 de abril de 2008

Una vez más


No le queda más que mirar desde el suelo, impotente, como el azul avanza...

lunes, 7 de abril de 2008

Ella se quedó con "la"

Por Francisco Febres-Cordero, en su columna "A vuelo de Pájaro",
publicado en Diario HOY (Quito, Ecuador) el 3 de octubre de 1985,
día que se inauguró la primera exposición de la Carmen en Quito.

Ella no se llama así, a secas. Ella es la. El “la” que todos quienes la identifican anteponen a su nombre, es como un título de cariño que se ha ido ganando de a poco a lo largo de sus once años de trabajo en el país.
Ella es la Carmen Silva. Se la conoce aquí como maestra. Formadora de pintores. Y se la re-conoce también porque es alta, de huesos anchos y ojos vivaces, de un pelo negro que le roza los hombros y de una boca muy grande que deja salir una risa como pintada con brocha gorda. Y porque actuó como prostituta en la “Opera de los tres centavos” también se le conoce.
Un día salió de Chile tras estar asilada en la embajada del Ecuador. Y vino, como toda asilada, con su dolor y su desnudez a cuestas. Ni pasaporte, ni maletas. Sí una hija de nueve años. Me la imagino con un vestido negro, deambulando por el frío en busca de una dirección inexistente.
Pero ahora, después de este puñado de años de vivir entre nosotros, ha decidido exponer sus cuadros. Porque ella es, antes que maestra, o alta o de huesos anchos o de pelo negro o de prostituta en la ópera, pintora. O, mejor, dibujante. El color lo usa como una forma de apoyo. Su acento lo pone en el trazo nerviosamente seguro.
(…) Trabajó mucho con varios maestros: André Racz y Nemesio Antúnez. Y después, cuando se fue a Europa, con Enrique Zañartu y Roberto Matta, a quienes pagaba las clases que le daban con labores de “baby sister”, faena que en inglés suena importantísima, pero que en el ejercicio suena a sudor.
Sin haber estado nunca en la universidad, fue profesora universitaria. Viajó a los Estados Unidos con sus tres hijos, en goce de una beca. Entonces enseñó en el City College, una universidad gratuita de Nueva York. Dice que le espantó vivir dentro del monstruo y conocer de cerca las condiciones de un barrio de negros y puertorriqueños. Volvió a Chile en el 72 y se metió de lleno en el proceso político que estaba viviendo el país durante el gobierno de Allende.
Cuando llegó al Ecuador, en 1974, después de algún tiempo de obvia incertidumbre, no pudo pintar nada. No sólo porque no tenía cómo, sino porque no tenía dónde. Ni con qué. Solo tiempo más tarde comenzó a trabajar en la Universidad Central, como profesora de la Facultad de Artes. Y se ganó la fama de exigente. Dice que es porque no les tiene miedo a sus alumnos a quienes, eso sí, quiere mucho. Y ellos también a la Carmen Silva.
Hasta que un día se dio cuenta que hacer una muestra era para ella como una obligación para con el público y para con sus alumnos. Y se dio cuenta que si seguía esperando iba a encontrarse con los mismos problemas de siempre: los guaguas, el trabajo, la falta de tiempo, las noticias. Entonces se lanzó, tomando en cuenta además que su mira está puesta en el regreso a Chile. Que siempre será su patria, a pesar de tantos cariños y de tantas ausencias (...)
Hay ahí sueños y una angustia que hinca más allá del sepia. Más allá de la sangre. Más allá del recuerdo o la nostalgia. Más, más allá de la propia Carmen Silva, que de tan generosa se quedó con “la”.

sábado, 5 de abril de 2008

viernes, 4 de abril de 2008

Martin Luther King

Hace 40 años, el 4 de abril de 1968, fue asesinado Martin Luther King, líder del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Qué se podría decir de él que ya no se haya dicho. Fue uno de los más grandes hombres del siglo XX y junto al Mahatma Gandhi representa la no-violencia como forma de lucha. Siguiendo el destino de otros grandes pacifistas, como Gandhi y John Lennon, murió asesinado por un fanático, en Memphis, Tennessee, cuando acompañaba la protesta de unos obreros sanitarios contra los bajos salarios y las malas condiciones laborales.
Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial que vivían los negros en Estados Unidos, y en especial en los estados del sur. Desde joven dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos. En 1954 se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama, y a poco de llegar organizó y dirigió un masivo boicot de un año contra la segregación en los autobuses municipales. Su fama se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense. En 1960 inició una campaña de alcance nacional, por la que fue encarcelado, logrando para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes, cuando encabezó la gigantesca marcha sobre Washington DC, en la que participaron unas 300 mil personas, ante las cuales pronunció uno de sus más bellos discursos por la paz y la igualdad entre los seres humanos: "I have a dream". En 1964, con apenas 35 años, ganó el Premio Nóbel de la Paz y en 1965 encabezó una manifestación de miles de defensores de los derechos civiles, que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery.
Sus discursos y diálogos estimularon la conciencia de toda una generación. Los movimientos y las marchas que encabezó produjeron cambios significativos en la vida de los norteamericanos. Su concepto sobre la importancia del individuo, que simbolizaba con la celebración del valor del ser humano, dio esperanza y sentido de dignidad a los negros y a los pobres. Su filosofía respecto a la acción directa no violenta y sus estrategias para lograr cambios sociales influyó en toda la Nación y reordenó las prioridades del país.

Una nota diferente: el "Belfast Telegraph" (Irlanda del Norte) publica hoy una entrevista al hijo de Martin Luther King, que tenía 10 años cuando mataron a su padre.

"Tengo un sueño"

"Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la Emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.
Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra República escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.
También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.
Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia: debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás!.
Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?" Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Regresen a Mississippi, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los ghettos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza. Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño.
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
¡Tengo un sueño!
Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
¡Tengo un sueño!
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"

Discurso pronunciado en el Lincoln Memorial, el 28 de Agosto de 1963, durante la histórica Marcha sobre Washington D.C.

NOTA: No he publicado completo este discurso porque es muy largo, pero en internet se encuentra fácilmente.

Sermón en la Iglesia Bautista de Ebenezer

«No permitan que nadie les haga pensar que Dios escogió a Estados Unidos como su fuerza mesiánica divina para ser una especie de policía del mundo entero.
Dios tiene una manera de presentarse ante las naciones con justicia y pareciera que puedo escuchar a Dios decir a Estados Unidos: "¡Eres demasiado arrogante! Y si no cambias tus modos, me alzaré y romperé la columna vertebral de tu poder y lo pondré en las manos de una nación que ni siquiera conoce mi nombre. Permanezcan quietos, y aprendan que yo soy Dios."
Los hombres volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces. Y las naciones no se alzarán contra otras naciones, y tampoco se prepararán para la guerra nunca más. Y no sé ustedes, pero yo no me prepararé para la guerra nunca más
Martin Luther King, el 30 de abril de 1967.

martes, 1 de abril de 2008

Es una sociedad enferma

La sociedad chilena está enferma. O, más bien, Santiago es una sociedad enferma (en el resto del país por suerte no es igual). Es estresada, insoportable, invivible e intolerable. Y muchos hechos lo muestran.
El sábado en la noche unos encapuchados, que ocultan su rostro para quedar en la impunidad, balearon a mansalva en el pecho a un joven que caminaba luego de participar en un acto en recuerdo y homenaje a dos jóvenes asesinados por la dictadura militar. El joven baleado esperó más de una hora que lo socorrieran. Ni carabineros ni la ambulancia se atrevieron a auxiliarlo, hasta que el alcalde del sector lo sacó en su automóvil particular a un centro de salud, pero a consecuencia del desangramiento el joven murió pocas horas después.
La indolencia que ha hecho presa de la sociedad chilena queda dramáticamente de manifiesto en este acto. Nadie fue capaz de auxiliar a una persona que ha sufrido una agresión violenta y se desangra en la calle. La tan mentada solidaridad es un discurso vacío, que se activa solo cuando hay la convocatoria formal de Don Francisco. Y el resto del año los chilenos se llenan la boca diciendo lo solidarios que son porque aportan a la Teletón, pero en la cotidianeidad se ha perdido todo sentido de colaboración. Solo importa salvarse cada uno.
El individualismo impuesto como valor esencial por la dictadura caló tan profundamente en el alma nacional que sigue aún más presente y se potencia gracias a una supuesta bonanza económica que solo llega a los grandes magnates, pero que chorrea un poquito y con ese poquito los farsantes e incultos se sienten superiores al resto. Porque dado que los sistemas solidarios de la época no permitían el enriquecimiento de los más ricos, la dictadura impuso una previsión individual, sistemas de salud individual y una forma de relacionamiento que privilegia egoístamente la individualidad.
Y la democracia no ha sido capaz (porque no ha querido, además) de cambiar ese modelo y la única excepción es la reforma previsional promulgada hace unos días por la presidenta Bachelet, que vuelve a instalar formas solidarias de pensiones que coexistirán con el pernicioso modelo de capitalización individual.

Pero no es todo. El relacionamiento de la sociedad, la forma de exponer cada uno sus ideas, es absolutamente negativo. La derecha ha impuesto en el país un concepto de bronca permanente, que al ser repetido el día entero por los medios de comunicación se ha instalado como verdad en la opinión pública. La derecha no tiene propuestas políticas, no presenta ideas y ha perdido todas las elecciones realizadas en Chile desde 1989 en adelante.
Entonces, impusieron un discurso que busca enlodar todo lo que venga del gobierno y los sectores democráticos del país. Como no tienen propuestas lo que hacen es ensuciar al resto, a ver si al quedar ellos limpios consiguen llegar al gobierno nuevamente, después de 20 años.
Y se instalado en el mundo político y empresarial un lenguaje de descalificación y descrédito insoportable, que es repetido por la prensa, dejando en el aire la imagen de que en Chile todo el mundo roba, todo el mundo es delincuente y, lo que es peor, ahora a todo el mundo se le presume culpable antes que se pruebe lo contrario.
Joaquín Lavín ha percibido claramente esta perversión y ha tratado de bajarle el tono al discurso beligerante de la derecha y del vocero de Gobierno, pero no cuenta con el apoyo de la prensa, que se ha sumado a la expresión teórica de esa violencia: la teoría del "desalojo", y no logra encauzar una relación normal entre gobierno y oposición, que debieran actuar como rivales políticos y no como enemigos. Pero esto la derecha lo ha transformado en una guerra. No les basta tener el poder económico, un poder absoluto, aumentado groseramente en el período de Lagos, sino que quieren todo el botín: el poder político también.

En esta estrategia se inscribe la acusación contra la ministra de Educación. La dictadura entregó a los municipios los colegios del Estado y desde entonces se ha comentado siempre a todo nivel que esa estructura fomenta el abuso y la corrupción, al pagar los subsidios según la asistencia que los colegios informan al Ministerio. Entonces, que la derecha venga ahora a rasgar vestiduras es una sinvergüenzura más de las que nos tienen acostumbrados, pero que disfrazan con un supuesto lenguaje de pureza a la que mucha gente desgraciadamente da crédito.

Por todo esto yo creo que esta sociedad está enferma. Enferma de egoísmo, enferma de maltrato permanente. En las calles de Santiago uno vive miles de riesgos, porque nadie tiene respeto por los demás, ni siquiera para las señoras con sus bebés en brazos o los enfermos o abuelitas. Los choferes los dejan botados, las pasajeros no les dan ceden el asiento, etc. Es dramático. Pero como los sectores que imponen los temas de discusión (los de uno y otro lado del espectro), no sufren estos problemas pues son parte del 10% más rico que vive en sus ghettos del barrio alto, en una burbuja en que se retroalimentan entre ellos mismos, estos temas no se atacan y siguen carcomiendo la vida diaria de la población, empobreciéndola en lo humano de una forma brutal. Y fomentando una actitud desagradable e híper agresiva de relacionarse con los demás, aumentando la auto-suficiencia y auto-complacencia, la xenofobia, el maltrato al prójimo, etc.