lunes, 30 de junio de 2008

Despedida


Tanto leer sobre la despedida de la Nadia, me he llenado de nostalgia. ¡¡Cómo me hubiera gustado estar ahí, con todos!! En ese espacio en el que me siento tan a gusto y en el que he compartido tan lindos momentos (incluyendo los otros) desde hace tantos años. Y aunque de repente pase el tiempo y no nos veamos, casi ni se nota.
Así que de la Yolita para abajo (Ch, Su, Ar, Ed, I, P, L, JJ, M; P, L, P, A; M, E, P, J, etc., etc, jajaja), a todas y todos miles de cariños y abrazos, que ojalá pudiera dárselos lo antes posible, pero cuesta tanto viajar...!

jueves, 26 de junio de 2008

El nombre encontrado (Tepic, 1984)

En la sierra mexicana de Nayarit había una comunidad que no tenía nombre. Desde hacía siglos andaba buscando un nombre esa comunidad de indios huicholes. Carlos González lo encontró por pura casualidad.
Este indio huichol había venido a la ciudad de Tepic para comprar semillas y visitar parientes. Al atravesar un basural recogió un libro tirado entre los desperdicios. Hacía años que Carlos había aprendido a leer la lengua de Castilla y mal que bien, podía. Sentado a la sombra de un alero empezó a descifrar páginas. El libro hablaba de un país de nombre raro, que Carlos no sabía ubicar pero que debía estar bien lejos de México y contaba una historia de hace pocos años.
En el camino de regreso, caminando sierra arriba, Carlos siguió leyendo. No podía desprenderse de esta historia de horror y de bravura. El personaje central del libro era un hombre que había sabido cumplir su palabra. Al llegar a la aldea Carlos anunció, eufórico: “Por fin tenemos nombre”.
Y leyó el libro, en voz alta para todos. La tropezada lectura le ocupó casi una semana. Después, las 150 familias votaron. Todas por “sí”. Con bailes y cantares se selló el bautizo. Ahora tienen como llamarse. Esta comunidad lleva el nombre de un hombre digno, que no dudó a la hora de elegir entre la traición y la muerte.
Voy para Salvador Allende, dicen ahora los caminantes.

Eduardo Galeano, “Memorias del fuego”, Tomo III, pág 335.

Allende, el chileno más universal

Según un listado publicado en 1998 por la revista "Punto Final" Nº 428, más de cien ciudades del mundo tenían hasta entonces avenidas, calles, plazas, centros culturales y deportivos con el nombre del presidente Allende, de quien se conmemoran hoy los cien años de su natalicio:

Avenida Salvador Allende (Buenos Aires); Avenida Salvador Allende (Río de Janeiro); Avenida Salvador Allende (Caracas); Avenida Salvador Allende (La Habana); Avenida Salvador Allende (Málaga, España); Avenida Salvador Allende (Toledo, España); Avenue Salvador Allende (Paris); Avenue Salvador Allende (Ville de Niort, Francia); Avenue Salvador Allende (Champigny, Francia); Avenue Salvador Allende (Lyon, Francia), Avenida Salvador Allende (Barcelona); Avenue Salvador Allende (Bron, Francia); Avenue Salvador Allende (Arcueil, Francia); Avenue Salvador Allende (Limoux, Francia); Avenue Salvador Allende (Epinay Sur Mer, Francia); Avenue Salvador Allende (Vitroller, Francia); Avenue Salvador Allende (Marsella); Avenue Salvador Allende (Epinay Sur Seine, Francia); Avenue Salvador Allende (La Seine Sur Mer, Francia); Avenue Salvador Allende (Bobigny, Francia); Avenue Salvador Allende (Ville Fanche de Roverque, Francia); Avenue Salvador Allende (Bollenne, Francia); Avenue Salvador Allende (Grenoble, Francia); Avenue Salvador Allende (Fort de France, Martinique); Avenue Salvador Allende (Meaux, Francia); Avenue Salvador Allende (Castanet Tobsan, Francia); Avenue Salvador Allende (Epinal, Francia); Avenue Salvador Allende (Parthenay, Francia); Avenue Salvador Allende (Ville Urbainne, Francia); Avenue Salvador Allende (Echirolles, Francia); Avenue Salvador Allende (Vaulx en Velin, Francia); Avenida Salvador Allende (Berlín, Alemania); Avenida Salvador Allende (Chemnitz, Alemania); Avenida Salvador Allende (Neubrandenburg, Alemania); Avenida Salvador Allende, Saintes, Francia; Rua Salvador Allende (Lisboa Portugal); Rua Salvador Allende (Loores, Portugal); Calle Salvador Allende (Alleur, Bélgica); Calle Salvador Allende, Beyne Heusay, Bélgica; Calle Salvador Allende, Flameries, Bélgica;, Calle Salvador Allende, Flemalle Grande, Bélgica; Boulevard Salvador Allende, Fontaine L' Eveque, Bélgica; Calle Salvador Allende, Grace Hollogne, Bélgica; Calle Salvador Allende, Havre, Bélgica; Calle Salvador Allende, Heusy, Bélgica; Calle Salvador Allende, La Louviere, Bélgica; Calle Salvador Allende, Landen, Limbourg, Bélgica; Calle Salvador Allende, Maffle, Ath, Bélgica; Calle Salvador Allende, Ougree, Bélgica; Calle Salvador Allende, Oupeye, Bélgica; Calle Salvador Allende, Rixensart, Bélgica; Calle Salvador Allende, Romsee, Fleron, Bélgica; Calle Salvador Allende, Trazegnies, Bélgica; Calle Salvador Allende, Tubise, Bélgica; Calle Salvador Allende, Wandre, Bélgica; Calle Salvador Allende, Havre, Bélgica Lieja; Calle Salvador Allende, Alcoy, España; Calle Salvador Allende, Algeciras, España; Calle Salvador Allende, Armilla, Granada, España; Calle Salvador Allende, Arrecife, España; Calle Salvador Allende, Castuera, Badajoz, España; Calle Salvador Allende, Córdoba, España; Avenida Salvador Allende, Conella de Llobregat, España; Calle Salvador Allende, Cubelles, España; Calle Salvador Allende, Culleredo, La Coruña, España; Calle Salvador Allende (Posadas, Córdoba, España); Calle Salvador Allende, Vigo, España; Avenida y Monolito Salvador Allende, Zaragoza, España; Boulevard Salvador Allende, Sofía, Bulgaria.

Plaza Salvador Allende (Valencia, España); Plaza Salvador Allende (Oviedo, España); Place Salvador Allende (París); Place Salvador Allende (Villeneuve D' Ascq, Francia); Place Salvador Allende (Creteil, Francia); Plaza Salvador Allende, Courcelles, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Hornu, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Marcinelle, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Mouscron, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Seraing, Ougree, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Trazegnies, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Hornu, Bélgica; Plaza Salvador Allende, Almansa, España; Place Salvador Allende, Ivry, París; Plaza Salvador Allende, Montevideo, Uruguay.

Auditorium Universidad Libre Salvador Allende, Bruselas, Bélgica; Sala Salvador Allende, Charleroy, Bélgica; Centro Cultural Salvador Allende, Chartre, Bélgica; Centro de Cultura Salvador Allende, Huy, Bélgica; Maison des Arts Salvador Allende (Creteil, Francia); Puente Salvador Allende, Andenne, Bélgica; Auditorio F.G.T.B. Salvador Allende, Charleroi, Bélgica Lieja, Parque Infantil Salvador Allende, Atarle, Granada, España; Instituto de Formación Salvador Allende, Fuenlabrada, España; Colegio Público Salvador Allende, Málaga, España; Albergue Municipal Salvador Allende, Aldea centenera, España; Plaza Salvador Allende, Monumento Salvador Allende, Avenida Salvador Allende, Centro Deportivo Salvador Allende, Massy, París; Liceo Científico Estatal Salvador Allende, Milán; Centro Recreativo y Descanso Salvador Allende, Livorno, Toscana, Italia; Escuela Salvador Allende, Berlín; Plaza Salvador Allende, Viena, Austria; Escuela Salvador Allende, Guinea Bissau, Africa; Escuela Superior Salvador Allende y Casa de la Cultura Salvador Allende, La Habana; Monolito de Salvador Allende, Ciudad Guayana, Venezuela; Parque Salvador Allende, Lima; Hospital Salvador Allende, La Habana.

En Chile: Tramo de Carretera y Monolito Salvador Allende, Calama; Escuela Salvador Allende, Viña del Mar; Avenida Salvador Allende, Antofagasta; Avenida Salvador Allende, Coquimbo; Población Salvador Allende, Machalí; Calle Salvador Allende, Curanilahue; Consultorio Médico Salvador Allende, Chonchi; Calle Salvador Allende, Cerrillos; Calle Salvador Allende, Huechuraba; Auditorio Salvador Allende, Colegio Médico, Santiago; Escuela Salvador Allende, El Bosque; Plaza Salvador Allende, Parque La Bandera, San Ramón; Avenida Salvador Allende, San Joaquín; Anfiteatro Comunal Salvador Allende, La Cisterna; Avenida Salvador Allende, Renca; Avenida Salvador Allende, Lo Espejo; Plaza Salvador Allende, La Pintana.
Y la estatua que está en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda, que se aprecia en esta foto de octubre pasado.
Además, en el último tiempo se inauguró el Hospital Dr. Salvador Allende en Calama, y se dio su nombre la calle 11 Oriente de Talca y a la Av. Salesianos en San Miguel - Pedro Aguirre Cerda.

Buscando fotos encontré un sitio muy interesante y mucho más completo sobre esto mismo: http://www.abacq.org/calle/index.php

martes, 24 de junio de 2008

Wiñol Xipantu

Hoy 24 de junio los pueblos originarios celebran el inicio de un nuevo ciclo. Lo celebran los atacameños en el norte, los aymaras y quechuas en los países andinos (donde se denomina "Inti Raymi") y, por supuesto, los mapuches.
Trataré de resumir como lo ven y lo sienten nuestros hermanos mapuches, que llaman a esta festividad "we xipantu" o "wiñol xipantu" (pronunciar 'tripantu', porque en mapudungún la x suena tr y se puede escribir de las dos formas, aunque es más 'auténtico' con x).
Según la cosmovisión del pueblo mapuche, la vida es como una rueda que da vueltas y vueltas y vueltas. Antes los indígenas seguían el tiempo según los cambios en la naturaleza, que ocurrían cada cierto número de lunas. Así, las estaciones del año correspondían a los ciclos del campo: había un tiempo de lluvias, un tiempo de germinación de las semillas, un tiempo de brotes y un tiempo de cosecha (ahí están las cuatro estaciones).
En el tiempo de las lluvias los antiguos notaban que las noches se hacían más largas y los días más cortos, lo que científicamente se denomina 'solsticio de invierno', porque en esta época se llega a la mayor inclinación de la tierra sobre su eje y empieza a recuperar su posición 'normal' respecto al sol.
Entonces, los mayores veían que con las lluvias se iniciaba una nueva germinación de plantas, árboles y alimentos, y se reiniciaba un nuevo ciclo productivo. Por eso esta festividad se denomina Wiñol Tripantu (que en mapudungún o lengua de la tierra significa 'la vuelta del año'), porque los pueblos originarios lo entienden como el inicio de un nuevo ciclo, de siembra, germinación, brote y cosecha. En castellano a esta celebración se le llama "año nuevo mapuche" pero para los indígenas no tiene la connotación de "año nuevo", sino de reinicio, recomienzo.
Por eso, además, el 24 de junio fue declarado Día Nacional de los Pueblos Indígenas.
Las organizaciones sociales mapuches de la Región Metropolitana realizan cada una su we xipantu y en este día hay masivas actividades en Peñalolén, La Pintana, Cerro Navia, Pudahuel, Maipú y otras comunas, con lo cual la población indígena de Santiago mantiene sus tradiciones y reafirma su sentido de identidad y de pueblo, como corresponde a un país que respeta su diversidad. Se hace una rogativa, se baila alrededor del canelo o del rewe, se come, se bebe y se comparte como hermanos.

Algo más en: http://tiempoentrance.blogspot.com/2008/05/camino-del-culebrn.html

viernes, 20 de junio de 2008

Hasta siempre Carmen Silva

Ha pasado ya una semana y no he podido escribir todo lo que quisiera para recordar a Carmen Silva. Las ideas se agolpan pero no se ordenan y no he podido expresar el cariño inmenso que le tenía, la gran admiración, el respeto y agradecimiento por su ejemplo de vida y su compromiso, su coherencia, su forma de acogernos a todos. Y la tristeza profunda que me deja su muerte. Pero por suerte hay amigos que escriben mejor que uno y por eso subiré aquí la nota que publicó Santiago Escobar en el semanario electrónico "Primera Piedra":

La conocí el año 1971 en una actividad política del Regional Santiago Centro. Solo un par de meses después me enteré que era pintora. Tardé, talvez cientos de meses en comprender toda su dimensión artística, que a veces pasaba desapercibida por su calidez y entrega a los otros. Ahora que acaba de terminar la ceremonia de sepultar su cuerpo, de esa manera sencilla y laica como a ella le gustaba, pienso que el país, especialmente por la ceguera constante y mezquina del Partido Socialista en el que ella militaba, perdió la oportunidad de reconocerle en vida su enorme contribución a la cultura y la democracia de Chile.
Una triste corona y el solitario protocolo de rigor de la ministra de Cultura fueron todo el homenaje oficial que recibió Carmen Silva. Pese a la declarada vocación gubernamental de reparar las injusticias de género. De las cuales ella era casi un ejemplo emblemático. En cambio, se fue arropada en el cariño de sus seres más íntimos y en el de humildes amigos, que le leyeron poesías, pasajes de libros con entrevistas suyas y le cantaron.
Es difícil encontrar una persona tan múltiple e integral como Carmen Silva. Artista plástica sublime, madre, abuela, activista política, dirigente barrial, maestra de generaciones de pintores en Chile y Ecuador, reina sandunguera. La musa de los años cincuenta la llamó El Mercurio. Para quienes fuimos sus amigos fue una musa de todos los tiempos. Vital en todos los sentidos, espiritual y carnal al mismo tiempo, llena de un compromiso político permanente.
Como dije, la conocí en los años setenta, cuando paseábamos nuestra ferocitas y nuestros sueños por el país durante la UP. Necesitábamos un vehículo para trasladar un material gráfico al cordón industrial Vicuña Mackenna. Alguien me dijo no te preocupes, la Carmen Silva lo tiene solucionado. El vehículo de marras resultó un auto elegantísimo, con chofer y todo, de propiedad personal del Ministro de la Vivienda de entonces, Luis Matte Valdés, quien era su amigo.
En la actividad política de la época, especialmente la laboral en los cordones industriales, ella se movía con la fluidez y soltura de cualquier dirigente sindical. Pero sus vínculos sociales la hacían pasar con la misma naturalidad a relacionarse con ministros, altos funcionarios o el secretario general del PS, Carlos Altamirano, quien era pariente suyo. Frente a unos y a otros siempre tuvo el mismo inclaudicable discurso de compromiso.
Años después, las vueltas del exilio me hicieron encontrarla en Ecuador, donde retomamos nuestra amistad. Siempre abrazando las causas contra la dictadura y haciendo cabeza del PS en Ecuador. Pero también haciendo suyas las causas del pueblo ecuatoriano. En eso era una latinoamericanista convencida. Parte de ese amor por Ecuador lo volcó en pinturas impresionantes de personajes y lugares proscritos por la cultura oficial de ese país, especialmente el Valle del Chota, un enclave de cultura negra en plena sierra ecuatoriana, olvidado y sin vínculo con la cultura negra esmeraldeña de Ecuador. Me recuerdo su excitación cuando, con su amigo afroecuatoriano el poeta Antonio Preciado, lograron concretar el primer encuentro intercultural entre esas dos zonas. En más de una sede de marimba esmeraldeña, en la costa ecuatoriana, o de alguna choza del Valle del Chota, debe haber una foto de una señora de blusa blanca y falda negra artesanales, inusualmente alta y con un pelo negro largo, violentamente echado sobre sus hombros, que con una sonrisa franca nos rie desde lejos. Esa es Carmen Silva.
Muchas veces farreamos o hablamos de política. Su casa era una puerta abierta a la tertulia, lo mismo con un simple café que con un ron. Pero a mi me gustaba ir a verla dar clases en la Universidad Central. Allí adquiría una dimensión fuera de toda serie. Pese a su cultura renacentista, explicaba la forma del cuerpo humano de una manera mórbida. El rostro, decía para corregir, está compuesto por una especie de globos armónicos que adquieren su carácter una vez que la carne y los músculos les envuelven.
Parte de su coraje personal lo demostró cuando al volver a Chile uno de sus nietos, hijo de su hija Carmen y de Jaime Zapata, un joven y enorme pintor ecuatoriano, enfermó de cáncer. Puede que la ciencia médica haya hecho mucho, pero para mi lo curó la voluntad de su abuela.
Es en esos mismos años en que se transforma en una gran dirigenta vecinal y activista cultural del barrio Bellavista. Dándole una humanidad que el licor fácil y las políticas productivistas de la ciudad ahogan. El cerro, los globos y los extraños personajes, como el Elvis, llenan sus cuadros.
Vive de manera sencilla de sus pinturas y sus clases, con las dificultades económicas propias de los dignos, alejada de la farándula cultural del oficialismo, sin ninguna clase de reconocimiento o facilidad para su arte.
En un libro fenomenal de entrevistas a mujeres escrito por su íntima amiga Mili Rodríguez "Todos me amaban y ninguno me pagaba la luz", queda plasmada con sus propias palabras su opción y su historia, sin edición de ninguna especie, según me confesó la escritora. Es que era ella, tan auténtica, total e irreverente que no requería edición, “yo no tenía derecho a agregar o quitar nada a lo dicho” me dijo Mili. Parte de esa entrevista, con definiciones de vida, es el texto que leyó su nieta Natalia Zapata en su funeral.
No siento tristeza sino un poco de bronca. Porque con Carmen Silva se cumplirá inevitablemente una cruel sentencia de Jaime Zapata, su yerno y en parte uno de sus discípulos dilectos, quien comentando las dificultades del arte dijo “seguramente cuando muramos subiremos de precio”. Carmen Silva ya estaba en la Sala Nemesio Antúnez del Museo Nacional de Bellas Artes mucho antes de morir. Por lo menos seguiremos gozando de algunos de sus cuadros, de esos rostros dulces e infinitos de colores pasteles, antes que ellos adornen las paredes de los poderosos, a los que Carmen combatió de manera inclaudicable.

martes, 10 de junio de 2008

La Carmen ha muerto


CARMEN SILVA,

LA PINTORA DEL PUEBLO,

HA DEJADO SU MUNDO,
SUS CUADROS, SU CASA,

TODAS LAS VIDAS, SUS VIDAS,
TODAS LAS UTOPIAS
...


LA HISTORIA DE CARMEN SILVA EN ESTE MUNDO TERMINO ANOCHE

PERO SEGUIRA SIEMPRE PRESENTE

ENTRE QUIENES LA QUISIMOS Y ADMIRAMOS.


El primer homenaje de la Panchi y notas de prensa: http://apuntesyborradores.blogspot.com/2008/06/blog-post.html

Una pequeña muestra de sus cuadros en: http://carmen--silva.blogspot.com/