domingo, 4 de marzo de 2012

Un genio



Ha muerto Lucio Dalla, un gran genio de la música.
Desde hace varios meses yo estaba preocupado de tener listo un gran homenaje a su trabajo el 4 de marzo de 2013, cuando cumpliera 70 años. Sin embargo, un año antes, hoy 4 de marzo, ha sido sepultado en su Bolonia natal, mientras más de 50 mil personas le daban el último adiós en la Piazza Grande, la Plaza Mayor de Bolonia.

Es difícil resumir en pocas líneas un trabajo tan grandioso, creativo, original, armónico y prolífico. Desde que lo vi por primera vez en el Festival de San Remo de 1971, con esa inolvidable canción que es "Gesubambino", rebautizada como "4 de marzo de 1943" (su fecha de nacimiento) porque los poderes fácticos vaticanos no aceptaban que se mencione a Jesús en una canción que habla de una madre soltera, de una joven que simplemente se enamora de un marino llegado al puerto.

Dalla deslumbró con su voz, su letra, su boina y el recuerdo más patente que me quedó es el del violinista instalado a su lado. ¡Grandioso!. No ganó (fue 3º, detrás del corazón gitano de Nada y Nicola di Bari y del Qué será de José Feliciano y Ricchi e Poveri), pero su tema le dio fama mundial. Fueron los años más gloriosos de San Remo, en que habían fácilmente diez de las canciones seleccionadas que podían ganar con iguales méritos.



Al año siguiente, 1972,
Lucio volvió a la carga con Piazza Grande, en la que habla de un hombre sin casa cuyo hogar es la plaza, que dice que esa es la vida que eligió y que quisiera morir en la Plaza Grande. Tampoco ganó, pero esta canción desde entonces también es un clásico.

Ahí empezó el trabajo más fructífero de Dalla. Entre los 70 y 80 escribió y grabó decenas de grandes temas, que sería muy largo enumerar, pero algunos de ellos no los puedo pasar por alto, porque son parte de la banda sonora de mi vida. Durante muchos años he disfrutado de las canciones de Lucio Dalla, porque siempre valoré la calidad musical de su trabajo y el contenido de sus letras, siempre yendo más allá de lo común y corriente, siempre dando un sentido poético a cosas que son parte de la cotidianeidad y que por lo general se les trata con lugares comunes (el amor, al amistad, la ciudad, etc.). Son historias de 4 minutos. Es un gusto escucharlo, gozarlo, y por eso es uno de mis 5, 8 ó 10 artistas preferidos de todas las épocas. De hecho, el cassette que llamé "Dalla (2)" es probablemente uno de los más tocados en mi equipo durante los últimos 28 años.

Es imposible olvidar, por ejemplo, 'L'anno che verrà', que es un himno a la amistad; Milano, que podría ser un himno también para esa ciudad; Anna e Marco, Sulla rotta di Cristoforo Colombo, Cosa sarà; L'ultima luna y Tutta la vita (estas dos popularizadas en Latinoamérica por Emanuel); Com'è profondo il mare, La signora, Stella di mare, La sera dei miracoli, Futura, Telefonami tra vent'anni y muchas más.



Todo esta interminable producción culminó en 1986 con "Caruso", que creo que es una de las mayores obras de arte de la música popular. Y tiene más de 30 versiones de otros famosos intérpretes, como Andrea Bocelli, Mireille Mathieu, Laura Pausini, Celine Dion, Ana Belén y el mismísimo Luciano Pavarotti.

El tema dedicado al gran Caruso es el punto más alto de la obra de Lucio Dalla, pues todo en ella es perfección: la letra, la orquestación, la interpretación y, sobre todo, el sentimiento con el que Lucio habla del gran tenor.

Pero como hasta las mejores historias tienen un final, la vida de Lucio Dalla se apagó repentinamente este 1 de marzo, después de haber dado un concierto en Montreux (Suiza) que era parte de la gira europea que lo llevaría también a Francia y Alemania en los próximos meses.

Su muerte ha tenido el impacto que todo gran artista provoca. Las opiniones y comentarios en internet, en youtube, en twitter y facebook (entre otros) se podrían contar por millones y resultan muchos de ellos emocionantes, porque reconocen al hombre y su obra en toda su magnitud. Y se lo recuerda tal como él probablemente lo quisiera, con respeto, admiración y cariño. Un ejemplo es "La Gazzetta dello Sport", el famoso diario deportivo italiano, que cambió sus títulos y en cada uno de sus artículos utilizó frases de Dalla para homenajearlo.