lunes, 4 de mayo de 2009

¿Qué hay detrás de la 'neurosis' porcina?

No todos creen que la llamada influenza porcina -tal como antes sucedió con la influenza aviar- es realmente de la gravedad que se anuncia. De hecho, hay muchas cosas que matan más gente que lo peor que podría ocurrir con esta “pandemia”: el Sida mata un niño cada minuto ¡¡mientras que la pandemia actual ha matado siete personas en un mes!!

¿Qué hay detrás de la gripe porcina? Después de todo este terror mediático que acapara la atención del colectivo con imágenes de personas con tapaboca y mil conferencias médicas sobre el tema, los verdaderos resultados luego de cinco días de “gripe porcina” son: siete muertos en México y una niña en Texas ¡Son las cifras oficiales!

Para que tengamos una idea del éxito de esta 'superproducción cinematográfica', es que con menos de diez muertos la OMS declaró la pandemia en ¡¡¡nivel 5 de un total de 6!!! Pero sin embargo no se declara la verdadera pandemia que amenaza a los pobres del planeta:
* Cada 5 minutos muere un niño por falta de atención médica
* Cada 8 segundos muere un niño por agua contaminada
* Cada 3 segundos muere un niño por hambre y desnutrición
* Cada segundo muere un recién nacido por falta de atención médica.

De otra parte, habíamos tenido recién un episodio similar (por el pánico mediático creado) con la gripe aviar en 2005. El asunto es que después de todo solo hubo 200 muertos en todo el planeta. De hecho, todos los años mueren muchas más personas, especialmente adultos mayores, por la influenza y no se declara pandemia. Sin embargo, el laboratorio Roche ha vendido millones en vacunas que no se han utilizado. En 2005, Francia solamente adquirió 33 millones de dosis de Tamuflu y 50 millones de máscaras que fueron botadas a la basura.

Lo que mueve a sospecha en esta versión es que, en junio de 2006 el Banco Mundial y la OMS decían “en los últimos seis a nueve meses, el virus de la gripe aviar, H5N1, se ha propagado de Asia oriental a más de 40 países y está afectando a todo el mundo".

El Banco Mundial estima que una pandemia grave de gripe aviar entre humanos le costaría a la economía mundial aproximadamente 3,1% del producto interno bruto mundial, es decir, unos US$1,25 a 2 billones en un PIB mundial de US$40 billones. El BM indicó que la tasa de mortalidad de esta pandemia sería mucho más alta en los países en desarrollo, donde se espera que las pérdidas económicas dupliquen las de los países desarrollados. Nada de esto pasó.

Un destacado ejecutivo hotelero trataba en ese entonces de limitar los daños diciendo que “el impacto de la gripe aviar a nivel macroeconómico ha sido relativamente limitado en la mayoría de los países hasta la fecha, principalmente por la incidencia relativamente pequeña del sector avícola en la economía mundial".

“Pero, por otra parte, las repercusiones han sido bastante graves en el sector avícola mismo”, advirtió, “en parte debido a la muerte de las aves o su sacrificio [tan inútil como sospechoso] como medida para controlar la enfermedad". Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más de 200 millones de aves de corral fueron sacrificadas desde fines de 2003, principalmente en Asia oriental.

“En segundo lugar, en muchos lugares ha disminuido fuertemente la demanda de carne de ave debido al miedo exagerado del público de contraer la infección (aun cuando no hay riesgo si se consume carne bien cocida), hecho que ha afectado a los productores de aves de manera bastante grave”.

Lo concreto y que no tiene más repercusión que cualquier gripe o cambio en los virus es que “incluso si logramos evitar la gripe aviar, hay muchas otras patologías animales que han traspasado las fronteras e infectado a seres humanos". Su nombre técnico es zoonosis. Y está surgiendo un amplio abanico de zoonosis, de manera que es un problema que se va a quedar con nosotros por un tiempo y necesitamos instituciones y métodos que permitan abordar este problema.

Hay mucho trabajo científico que hacer: desarrollar mejores medicamentos, vacunas y antivirales e investigar cómo producirlos más rápido y a menor costo. Por lo demás, “solo una vez que se desate la pandemia podremos saber cómo es precisamente el virus y sólo entonces podremos formular la vacuna correcta. Tradicionalmente, la formulación de una vacuna correcta toma entre seis y nueve meses”.

En suma… ¿quien gana con esto?.

Extraído de Revista Primera Piedra Nº 307 (Santiago, 4 de mayo 2009).

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