Que 20 años no es nada

En estos días se cumplen 20 años desde que estuvimos con Fidel, que le hicimos entrevista, que le cantamos "happy birthday", que nos pasamos en vela varias noches hasta recibir la llamada que nos permitiera llegar a hablar con él.
¿Cómo sucedió?, trataré de resumirlo. El 10 de agosto de 1988 había cambio de gobierno en el Ecuador. León Febres Cordero (un pequeño pinochet, de ultraderecha, pero electo en las urnas) entregaba el poder a Rodrigo Borja (socialdemócrata). Una docena de mandatarios latinoamericanos aceptaron la invitación y se rumoreaba que también llegaría Fidel.
Nosotros trabajábamos en una importante ONG ecuatoriana que publicaba "Punto de Vista", un boletín semanal que informaba desde la perspectiva de los movimientos sociales y que se publicó por más de diez años.
Danilo era el diagramador y pintaba. Cuando creció el rumor que llegaría Fidel de visita decidió hacer un cuadro en su homenaje para regalárselo. El cuadro estuvo terminado casi cuando el avión de Fidel ya aterrizaba en el aeropuerto Mariscal Sucre. Había que llevarlo y Hernán y yo acompañamos a Danilo para sostener el cuadro en el balde de la camioneta. Nos paramos frente a la Embajada Cubana, entre el montón de gente que con banderitas y gritos quería ver a Fidel. Hasta que después de muuuuuuucho rato aparece un miembro de la seguridad a preguntarnos que deseábamos. Luego regresó a decirnos que entráramos a dejar el cuadro. Ahí estaba Fidel, él mismo, esperándonos. Cálido, grato, compañero al fin de cuentas.
Nos contó sus primeras impresiones sobre el hermoso paisaje de Quito y algunas preguntas sobre lo que hacíamos. Yo le dije que éramos de un órgano de información popular y que estábamos muchas semanas tratando de conseguir una entrevista con él. Escuchó y luego indicó a su equipo que se nos hiciera un espacio, cualquier día y a cualquier hora. Volvimos a la oficina con la gran noticia: ¡¡teníamos la entrevista con Fidel!!
Empezó la segunda etapa: preparar la entrevista. Nos reunimos todos a proponer preguntas y después de varias horas determinamos 5 ó 6 y quiénes las harían. Mientras, cargar las baterías de la cámara para el video (a cargo del Ata), tener las cintas para las cuñas radiales (Luis D) y los rollos para las fotos, a cargo del Julio. Todo preparado y turnarse día y noche esperando la llamada de la Embajada. Hasta que llegó. La entrevista se hizo entre la 1:00 y las 2:30 de la madrugada del 13 de agosto, día que Fidel cumplía 62 años.
Escuchándolo, con su sencillez, con su tremenda inteligencia, con esa inmensa pedagogía para explicar desde lo más simple a lo más complicado, entendí perfectamente por qué uno puede pasarse seis, ocho o diez horas escuchándolo, porque es un hombre que enseña, alumbra, invita al análisis.
Le alcanzamos a hacer 5 preguntas: sobre la deuda externa de América Latina, que era un tema crucial en esa época y en la que Cuba había hecho importantes aportes; sobre los pueblos indígenas, sobre el Che y la lucha revolucionaria, sobre el flagelo del narcotráfico y sobre los estallidos revolucionarios y el proceso de redemocratización del continente.
Al terminar le cantamos el "cumpleaños feliz", pero estábamos tan nerviosos que le cantamos "happy birthday to you", en inglés, ¡¡qué vergüenza!!
Se distribuyeron miles de ejemplares de ese Nº 332 del Punto de Vista impreso, así como centenares de copias del video que se hizo, para divulgar la entrevista (que también mandé para Chile). Fue uno de nuestros mayores orgullos y éxitos. Y que lindo es poder recordarlo.

Y recordarlo además hoy, que Fidel -como siempre- ha hecho lo que los gringos no esperan. Suponían que tal como los dictadorzuelos que ellos apoyan en todo el mundo, Fidel se iba a aferrar al poder a rajatabla. Pero no, dio un paso al costado hace ya 25 meses y no se ha derrumbado la Revolución, aunque hay un proceso en marcha que lentamente va cambiando esquemas y certezas.
Fidel, como siempre, dio el ejemplo de dignidad y consecuencia. Y yo soy y seré fidelista, a mucha honra.
Ah, y feliz cumpleaños una vez más Fidel, que este 13 de agosto en tu lecho de enfermo recibirás muchos saludos supongo, al cumplir 82 años.