viernes, 8 de agosto de 2008

Deslumbrante, grandioso

Desde hace meses se dice que los chinos quieren que estos Juegos Olímpicos sean los más espectaculares de la historia.
Y si es por la ceremonia inaugural ya lo consiguieron. Todos los medios de comunicación del mundo lo ratifican. Los adjetivos pueden quedarse chicos ante tanta maravilla y perfección, porque es un espectáculo que va a quedar en la retina por muchos años.
Antes, me quedó grabado el arquero que desde mitad de la cancha lanzó su flecha para encender el pebetero en Barcelona '92, creo que otro encendido más espectacular no habrá. Recuerdo también la emoción de ver a Mohamed Alí caminando temblorosamente a causa del parkinson, para enceder el fuego olímpico en Atlanta '96.
Pero un espectáculo tan completo, impresionante y magnificente no creo que se vuelva a ver nunca más. La tarea para las siguientes sedes es cambiar el switch, porque competir con Beijing será imposible
La milenaria cultura china ha sido mostrada al mundo de la forma más mediática que puede serlo hoy en día. El papel, la imprenta, la seda, los barcos, la brújula, la pólvora, entre tantos aportes que en miles de años los chinos han entregado a la humanidad, quedaron reflejados en el espectáculo, junto con la perfección, la marcialidad, la música y el vuelo.
Un estadio maravilloso, como no existe otro por el momento y que asemeja un nido de pájaros, vio al gimnasta Li Ning, triple medallista de oro el 84, volar por la corniza del estadio para encender la llama olímpica.
Y luego los fuegos artificiales brotaron desde distintos puntos de Beijing 2008. Ahora falta que los atletas den lo mejor de sí y transformen a estos Juegos en los mejores de toda la historia. Al menos la ceremonia inaugural ya lo es.
China abrió una puertecita para que el mundo mire sus tradiciones milenarias y lo ha hecho del modo más espectacular que se pueda imaginar. Bush, Sarkosy y otros líderes mundiales presentes quedaron con la boca abierta, pero no para protestar por la ausencia de libertades públicas, por la represión en el Tíbet ni por las actividades chinas en Darfur, sino porque la colosal puesta en escena, cargada de arte, color, tradición, ingenio y tecnología, pareció advertirles que este país de 1.300 millones es capaz de ser gran protagonista en el mundo de hoy. No solo nos invadieron sus productos, ahora el mundo podría ser suyo. One world, one dream, como dice el lema de los Juegos.
(Algunas ideas las he tomado de Diario El Mundo de Madrid).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero igual nos metieron el dedo en la boca...

Anónimo dijo...

Al parecer China no sólo ha tomado la posta olímpica sino la posta del desarollo mundial. Pero esperemos que esta ascendiente potencia sepa hacerlo mejor en cuanto a valores y derechos humanos que su antecesor americano.

Renattus ® dijo...

Hay millones de gente que cree todo lo que la prensa dice, y no hacen el más mínimo ejercicio de cuestionarse lo que oyen.
La noticia ayer era simple: la niña de vestido rojo que cantaba solo doblaba (lo que era muy notorio en la transmisión, yo lo advertí) y unas salpicadas de fuegos artificiales, que ayer mostraron con la noticia, eran digitales, no TODOS LOS FUEGOS. Esa supuesta "noticia" no empaña EN NADA lo maravillosa que fue la ceremonia, porque los mil muchachos de la Formación Fou eran de verdad, porque ese globo inmenso era verdad, porque al atleta de verdad lo suspendieron en el aire, etc., etc.
Entonces, a mi al menos no me han metido el dedo en la boca, y no me sumo al eterno chaqueteo chilensis de tratar de opacar lo que los demás hacen bien.