
Esta es la muestra más clara de lo que se ha convertido esta sociedad: gente de mierda, país de mierda, sociedad de mierda.
El individualismo ha copado todos los espacios y ha generado especímenes como estos vecinos de Rondizzoni, que solo quieren salvar su pellejo, pues ni siquiera tienen bienes que proteger, excepto sus autos, televisores y refrigeradores.
Esto me recordó un hecho ocurrido hace unos años en la población donde vivo: 36 casas pequeñas alrededor de una plazoleta rectangular. En una reunión

Y lo mismo se ve en el extranjero: quienes hemos vivido fuera de Chile sabemos que los chilenos son en su mayoría conflictivos, prepotentes, discriminadores, chovinistas y creen sabérselas todas.
Pero por suerte no todos son iguales. Tanto entre la gente que vive fuera de Chile hay personas valiosas que respetan a los demás (como quienes son mis amigos y amigas y muchos otros), así como entre los 16 millones que habitan en este país también hay personas valiosas, propositivas, con inquietud y ganas de cambiar este modelo de mierda que genera a esta horda de imbéciles. Pero somos minoría y no sé si algún día logremos dar el paso que lleve a modificar estilos, conceptos, formas de relacionarse, para dejar de ser un país de mierda.
Yo no me siento gente de mierda y conozco a miles que tampoco lo son, pero hay una mayoría que sí lo es y eso asusta.
1 comentario:
Me parece muy bien. Saludos
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