Hamilton ha hecho demasiados méritos, para ser su año de debut: de los 16 grandes premios corridos en este año, subió al podio en 12 (con 4 primeros lugares, 5 segundos y 3 terceros) y solo en 2 carreras no puntuó: en Alemania que llegó noveno y en China que se retiró.
Pero además ha sido el coequipo del bicampeón mundial, Fernando Alonso, que esperaba en McLaren retener el título (llega a la última carrera solo con 4 puntos de desventaja, por lo que todavía puede ser campeón). Pero Alonso tuvo una actuación muy poco clara, desafortunada y oportunista en el lío de espionaje industrial a Ferrari que tuvo McLaren con la Federación Internacional de Automovilismo. Por esa oscura actuación, Alonso perdió credibilidad y dejó de ser favorito moral al título. Y ello ha significado también que en todo el mundo se haya acrecentado el deseo de que Hamilton consiga finalmente el campeonato.
Pero no solo eso, yo creo que Hamilton ha demostrado en este año que es el primer corredor de Fórmula 1 que merece ser reconocido como un digno heredero del más grande de todos los tiempos: Ayrton Senna. Le quedan muchos años a Hamilton para demostrar sus cualidades, pero ha dado muestras de pericia y confiabilidad, y sobre todo de calidad humana, que lo convierten en un interesante proyecto.
Y por si fuera poco, es el primer corredor de raza negra en la máxima categoría y por lo tanto podría ser -como Arthur Ashe o Tiger Woods- el primer piloto de raza negra en ganar el campeonato mundial.
Lewis Hamilton es británico pero de padres caribeños, procedente de la pequeña isla de Grenada, y de origen humilde. Empezó como casi todos, de pequeñito en los karts, y toda su carrera ha sido patrocinada por McLaren, el mismo equipo donde Senna tuvo sus mejores años y logros.
El caso de Hamilton es similar al de Messi o Giovanni dos Santos, a los que el Barcelona fichó de niños para que tengan su consagración internacional con la camiseta blaugrana muy jóvenes. Las grandes empresas, en este mundo globalizado, competitivo y mercantilizado, hacen grandes inversiones también en el deporte y nos obligan a jugar con sus códigos, aunque nos duela.
El caso de Hamilton es similar al de Messi o Giovanni dos Santos, a los que el Barcelona fichó de niños para que tengan su consagración internacional con la camiseta blaugrana muy jóvenes. Las grandes empresas, en este mundo globalizado, competitivo y mercantilizado, hacen grandes inversiones también en el deporte y nos obligan a jugar con sus códigos, aunque nos duela.
PD:
Finalmente, Kimi Raikkonen ganó la carrera en Interlagos y se proclamó campeón mundial con 1 punto más que Hamilton y Alonso. Raikkonen es un gran piloto y se lo merece, además que había sido subcampeón al menos dos veces. Parece que a Hamilton se lo tragó la presión y la inexperiencia, pero igual hizo una meritoria campaña que en nada se desvaloriza con el subcampeonato.
Finalmente, Kimi Raikkonen ganó la carrera en Interlagos y se proclamó campeón mundial con 1 punto más que Hamilton y Alonso. Raikkonen es un gran piloto y se lo merece, además que había sido subcampeón al menos dos veces. Parece que a Hamilton se lo tragó la presión y la inexperiencia, pero igual hizo una meritoria campaña que en nada se desvaloriza con el subcampeonato.
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