martes, 28 de diciembre de 2010

Un año muy agotador...

Este 2010 que se va ha sido uno de los años más desgastantes sicológicamente que recuerde. Entre tanta tragedia y desgracia uno ha estado la mayor parte del año con los nervios de punta, con la sensibilidad a flor de piel y yo he sentido un agotamiento sicológico extremadamente fuerte.

Entiendo que todo eso tiene que ver también con cómo lo agarren a uno las noticias, en qué momento, en qué actitud, en qué estado de ánimo. Y también puedo entender que la edad ha de ser un factor a considerar pues las experiencias y vivencias acumuladas hacen ver de distinta forma las mismas cosas, con diversos prismas, todo lo cual relativiza mucho mi afirmación inicial, sobre lo agotador de este año, porque muchos(as) coincidirán conmigo pero muchos(as) otros(as) no sentirán lo mismo.


Ciertamente el año 2010 ha estado marcado por el terremoto y el rescate de los mineros, pero han habido otros hechos terriblemente negativos, como el incendio en la cárcel de San Miguel y la elección de Piñera.

El triunfo del "Piraña" fue un golpe demasiado fuerte. Sus rivales no eran magníficas opciones ni significaban alternativas al modelo, pero así y todo no son lo mismo. La depresión provocada por la impotencia de saber que ese tipo gerenciará el país por largos 4 años fue muy heavy. Chile había avanzado en estos 20 años, a pesar de las constantes cortapisas puestas por la derecha, y todo se lo llevó una propaganda populista que está siempre "al filo de la ley y de la ética", como definió la embajada yanqui a Piñera-candidato, según Wikileaks.

El 27 de febrero se nos movió el piso: terremoto de 8,3 grados en Santiago y 8,8 en Concepción. Y un par de horas más tarde vino el tsunami, que arrasó con centenares de kilómetros de costa y todo lo que había a su paso. La sensación de desamparo ante la fuerza de la naturaleza era muy fuerte. A pesar de no ver televisión más que de 9:00 a 10:30 de la noche, bastaban esos minutos para cuantificar el nivel de daño y sufrimiento y vivir durante ocho o diez semanas agobiado por la realidad. A mí me dejó muy agotado el terremoto y sus efectos, incluyendo las posteriores visitas a lugares y ciudades que sufrieron el rigor del sismo a mucha mayor escala.

Luego hubo un paréntesis con el mundial. A diferencia del exitismo local, creo que la actuación chilena fue apenas regular en juego y solo tuvo el mérito de haber hecho lo que debía hacer (ganar a Suiza y Honduras y perder con España y Brasil), lo que en todo caso ya es un logro, pues en otras ocasiones ni siquiera los resultados lógicos obtenía. Me alegró la gran actuación latinoamericana en la primera ronda, aunque solo Uruguay llegó a las instancias finales.

En esos días comenzó la huelga de hambre de los presos mapuche, que logró suspenderse después que el gobierno cedió a las justas demandas de los ayunantes.


En agosto se nos vino encima la otra gran angustia: 33 mineros habían quedado atrapados por un derrumbe a 700 metros de profundidad. La explosión de júbilo desatada al encontrar el papel que decía que estaban vivos los 33 fue la mejor demostración de la tensión que se había acumulado en el país ante la falta de noticias de los atrapados. Los siguientes dos meses fueron de ver trabajar las máquinas excavadoras (Strata, T130, etc.), escuchar a los parientes, conocer cómo vivían abajo esos hombres y esperar el momento crucial del rescate, para saber si podrían salir TODOS vivos. Finalmente, cuando el último rescatista volvió a la superficie ese 13 de octubre, recién se pudo decir que el rescate había sido exitoso, pero los 70 días anteriores siempre estuvieron impregnados de angustia y preocupación, con un país en vilo y el mundo entero viéndolo en directo.


Y entre los robos y asaltos que abundan más que en los tiempos de la Concertación, en diciembre se desató un nuevo drama con el incendio en la cárcel de San Miguel, que dejó 81 reclusos muertos y una estela de denuncias y movimientos de los internos en otros penales del país.

Entremedio, una elección absolutamente antipopular, pues el 80% del país desea que se queden Harold y Bielsa en la ANFP y la Selección, pero un pequeño grupo de dirigentes, de los clubes grandes, dijo otra cosa, generando tristeza y decepción en los aficionados al fútbol e incluso en los no aficionados(as).

Además de todo eso, hubo choques de buses con muchos muertos; un terremoto que azoló Haití en enero; avalanchas, lluvias, nieve e incendios forestales en muchos lugares del mundo. Y un enriquecimiento cada vez mayor de muy pocos y una pauperización que violenta los sentidos en todos lados. Esas son a fin de cuentas las herencias más graves que esperan al 2011.
______

Fotos: (1) El artista plástico Mariano Soto muestra el trineo del Viejo Pascuero (Papá Noel o Santa Claus) tapado por el maremoto y a los renos lavando la bandera rescatada de entre sus aguas. (2) Una de las tantas muestras de solidaridad del mundo hacia Chile después del terremoto: el Almería de la Liga española lució en su camiseta su mensaje. (3-4) Algunas de las portadas de los principales diarios del mundo que fui guardando a medida que salían los mineros. Ahí están El País (Madrid), BBC Mundo (Londres), Bild (Alemania) y Los Angeles Times (California); El Comercio (Quito), Clarín (Buenos Aires), La República (Lima) y The Times (Londres).

No hay comentarios.: