jueves, 3 de septiembre de 2009

De utilidad pública

Por favor, apadrinemos a un flaite y regalémosle un par de audífonos.
Dejarían de andar con el celular a full escuchando sus regaetones.
O, más bien, podrían seguir escuchándolos pero sin martirizar a los demás pasajeros en los buses.
Ya sé que muchos de los que lleguen a este espacio no usan locomoción colectiva, pero para los que tenemos que usar los buses a diario es demasiado castigo tener que soportar durante largos viajes ese sonido monótono y desechable del regaeton.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y que te pa ?