
Lagos dejó firmados los contratos con las diez empresas, con plazos estrictos y fuertes multas ¡¡en perjuicio del Estado!! si no se implementaba en las fechas indicadas. Yo creo que esa fue la principal razón que tuvo el gobierno de Michelle Bachelet para echar a andar el proyecto, a pesar de las dudas que generaba, pues se encontró con las manos atadas.

Ha habido una gran campaña para desacreditar el anterior sistema de transporte, el de las micros amarillas (campaña interesada, "políticamente correcta" le llaman), pues todos los que opinan no usaban las micros ni lo hacen ahora tampoco, con lo cual tratan de hacernos creer que lo que tenemos hoy es mejor que el sistema anterior, lo cual no es cierto, no solo porque el Estado no necesitaba poner 45 millones de dólares al mes para que el transporte público funcione, sino porque como servicio el anterior sistema buscaba rentabilizarse satifaciendo al usuario, mientras el actual busca exclusivamente beneficiar a los empresarios y el usuario pasó a la categoría de cliente.

Pero también es un deber reconocer qué pasa en las calles un año después: la movilización es en general más rápida y menos atochada que antes, porque ahora la gente se amontona en el metro en unas aglomeraciones inhumanas, por lo que las micros son hoy mucho más utilizables que antes. El Metro -además de la gente- ha sido el gran perjudicado. Pasó de 1,2 millones de pasajeros diarios a 2,3 millones, lo que lo colapsó y lo hace insufrible e invivible. Creo que no hay ninguna hora en que no vaya lleno y re-lleno y las cualidades de comodidad y servicio de las que gozó por 30 años se fueron de un plumazo al tacho por culpa del inefable señor Lagos. Pero claro, quizás ahora Metro tiene más utilidades y a Lagos y su camarilla solo le interesa que aumenten los ingresos.
Sin embargo, y justamente porque es parte de nuestra diaria necesidad de movernos en la ciudad, hay que luchar para que el plan funcione mejor.

Pero no todo es malo. Nada en la vida es blanco o negro, todo tiene matices. Y por supuesto en Transantiago algunas cosas funcionan: menos micros en las calles, lo que ha cambiado favorablemente la contaminación visual, acústica y medioambiental; micros más utilizables (porque la gente prefiere ir como sardina en el metro) ; servicios nocturnos que funcionan; viajes más baratos porque se pueden hacer hasta 3 trasbordos por el valor de un pasaje.
Y muchísimas que no funcionan: mala distribución de paraderos, mala señalización de los recorridos (unos números que casi no se ven en los paraderos y que no son actualizados cada vez que se modifican o crean recorridos), mala denominación de recorridos.

El ministro Cortázar ha hecho grandes esfuerzos por solucionar temas de contrato y recorridos para "salvar" el Transantiago, pero dado que ni él ni los ingenieros y funcionarios son usuarios del transporte público, los problemas en la calle, en el día a día, los que vivimos los usuarios siguen sin solución.
4 comentarios:
ya sé, nada que ver, pero el Gcast esta como el transantiago, subo y subo música y no aparece, se esfuma, no hay (o seré yo la inexistente?).
Les escribí y me dijeron que están investigando. Te llamé para desahogarme y no estabas; te escribí en el gmail chat, pero en ausencia.
Ya me queda sólo este espacio. Es que sólo ante alguien que sepa de que hablo puedo quejarme, para no pasar por más loca, digo...
y es que como además estás responsablemente trabajandito, no me atrevo a llamarte a horas poco recomendables como lo sería esta..eso
Querido... me acabo de enterar de que en la blogsfera hay de todo, hasta premios entregados entre los blogueros... Así que sigo las reglas y te dejo un premio en mi blog. Saludos.
Plop!! me dejaste PLOP con esto de un premio.
Ya sé que en la blogósfera hay de todo, muchas veces se me han ido varias horas "escarbando", pero que me des a mí un "premio" es demasiado halago.
Un beso y déjame entenderlo y asumirlo para hacerte más comentarios.
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