El Polo era el joven vecino que aquí en la Villa (población o condominio, como se le quiera llamar) hacía todas las tareas comunitarias. Estaba siempre presente. Cuando uno llegaba, cuando uno salía. Cada vez que uno se asomaba y miraba para la plaza, siempre el Polito estaba ahí. Regando el césped, cuidando las plantas, barriendo la calle, recogiendo la basura. Y los lunes, miércoles y viernes desde muy temprano empezaba a sacar las bolsas para esperar que pase el camión recolector y después dejar todo limpio. Andaba con la manguera, con la pala, con la escoba y era una parte esencial de la vida de la Villa.
- Hola Polito, como estai?
- Hola vecino, contestaba, como está el trabajo.
Pero ahora ya no estará más y a todos nos va a hacer mucha falta su presencia. Sufría de epilepsia y no podía trabajar fuera, entonces se encargaba de lo que nadie hace aquí y además lo hacía bien y con dedicación. Después del que sería su último ataque se fue en el sueño.
A diferencia de lo que se dice de todos los muertos, él si era bueno. No fumaba, no tomaba, no le faltaba el respeto a nadie, era casi inocente se puede decir. Se enojaba a veces, pero principalmente cuando sentía que abusaban de él, porque no faltan los que de repente quieren aprovecharse de los demás. Por eso hoy, decenas de vecinos fuimos a acompañarlo al cementerio y me pareció muy bonito, porque era un reconocimiento justo. Te extrañaremos Polito.
Y esta maravillosa canción de Víctor Manuel, "Solo pienso en tí", sobre dos jóvenes discapacitados, me parece apropiada al hablar del Polo.
domingo, 3 de febrero de 2008
Al Polito
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1 comentario:
que pena...y son justamente esos seres silenciosas que nos resuelven en el día a día esas tareas necesarias, que nosotros no hacemos, las que valen y sin embargo, no falta quien las ignora o les trata con desprecio sin tomar en cuenta cuan importantes son
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