domingo, 10 de junio de 2007

CELCO, un nombre que se repite, irremediablemente

La empresa Celulosa Arauco Constitución, conocida comunmente con la sigla CELCO, es una multimillonaria empresa del rubro forestal, que produce y exporta celulosa a los mercados internacionales, especialmente el asiático. Para ello, destruye el bosque nativo en miles y miles de hectáreas en el país.
Pero además, CELCO es un nombre ligado a las más descaradas prácticas de explotación de los recursos naturales, a la esclavización de sus trabajadores y a los principales desastres ecológicos ocurridos en Chile en los últimos tiempos:

La planta de CELCO en Valdivia fue la causante de la contaminación en el río Cruces que provocó la muerte de miles de cisnes que tenían en ese lugar su hábitat, que era especie protegida pues está en peligro de extinción.
En la planta Nueva Aldea, CELCO fue acusada de contaminar el agua potable que consumen 50.000 personas producto de la emisión de dioxinas hacia el río Itata.
En esa misma planta, en el sector costero de la provincia de Ñuble, un accidente radioactivo dejó a 4 trabajadores con severas lesiones, uno de los cuales debió ser enviado a hacerse tratamiento médico en Francia.
Ahora, la planta CELCO de Licancel, en la provincia de Curicó, ha provocado un tremendo desastre en el río Mataquito, que ha dejado miles y miles de peces, aves y especies marinas muertas. Los funcionarios que están recabando información para explicar el desastre, han encontrado varias descargas de residuos industriales líquidos (RILES) hacia el río que no habían sido informados y que no cumplen con las regulaciones medioambientales, como hace habitualmente CELCO.
Y para no inventar el agua tibia, reproduzco un artículo que comparto:

CELCO y el capitalismo salvaje.
Malestar en la civilización le llama la cursilería culta a la sensación inconfortable en que ha quedado la política frente a la ciudadanía y su malestar por los abusos de CELCO. En Primera Piedra le llamamos malestar en la barbarie, porque de civilización lo que esta empresa hace no tiene nada. La barbarie del capitalismo salvaje de CELCO solo puede ser controlada por las instituciones del Estado y la ley. Los dueños y gerentes de CELCO son empresarios lumpen, sólo equiparables al crimen organizado. No venden droga pero mienten, corrompen, engañan a las autoridades, atentan contra la salud de la población de manera reiterada. Y de cada delito y mentira obtienen nuevos plazos y procedimientos que les ayudan a validar la comisión de sus delitos. ¿Quién detiene este tipo de violencia criminal? ¿Que tiene que ver la actividad empresarial honesta y el funcionamiento del mercado con esto? ¿Es diferente CELCO al cartel de La Legua y el gerente o presidente de su directorio tiene alguna diferencia con el Perilla? El tema de la sustentabilidad ambiental es un problema de nuestro desarrollo. Es hora de evitar que se transforme nuestro territorio en un vertedero miserable de todas las excrecencias del capitalismo salvaje del cual CELCO ha dado muestras hasta la saciedad de ser el mayor cartel criminal.
(Tomado de "Primera Piedra" Nº 208, Análisis Semanal del 11 de Junio del 2007).

2 comentarios:

Noe dijo...

Lo más detestable es la cara dura de reconocer que la cagan, pero mira, somos así de cara dura que no hacemos más que echar a tres ejecutivos... como si la práctica sistemática de pasarse por el forro el medio ambiente se soluionara con estos despidos.
Además, ciertamente nadie, mucho menos Celco, garantizan que no se vuelva a repetir.

Renattus ® dijo...

...y de hecho Noe, hubo un segundo "evento", que lanzó 50 mil litros de RILES, o sea resiudos líquidos, pura mierda, al río Mataquito, a pesar que la planta se supone que ya estaba paralizada. Como dices tú, son muy caraduras, aunque esa denominación es aún muy suave para lo que se merecen.