domingo, 7 de noviembre de 2010

Piñerato en el fútbol

Con gran repercusión mediática se realizó la elección de directorio de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) para el período 2011-2015. Es que el fútbol chileno ha gozado por primera vez "de buena salud" y de respeto del público, por lo que todos estaban preocupados por saber si se mantendría al directorio que en los últimos 4 años le dio un vuelco a la forma de manejar esta actividad que mueve tanta plata y tiene tanto impacto social.

Mientras Harold Mayne-Nicholls buscaba mantener la presidencia del fútbol, Jorge Segovia encabezada la lista de oposición. Pero las cosas no fueron como la mayoría esperaba (las encuestas previas indicaban que el 80% de la población deseaba la reelección de Mayne-Nicholls y solo el 8% apoyaba la opción de Segovia).

Los tres "grandes" del fútbol chileno (Colo Colo, U. Católica y la U. de Chile) han manifestado muchas veces su disconformidad con la conducción de Mayne-Nicholls, pues el presidente saliente -entre otras medidas- impuso una distribución igualitaria de los dineros que genera el fútbol y los "grandes" quieren para ellos la parte del león, lo que ha generado muchos roces al interior de la ANFP en los últimos años.

El reclamo de los "grandes" es respetable, están en su derecho de exponer sus expectativas, pero no es comprensible que clubes pequeños se hayan sumado a esa postura, sabiendo que al final ellos mismos serán los perjudicados. Si los grandes quieren más del 60% de los ingresos para ellos 3 y el 40% restante para los otros 29 clubes, ¿cómo pueden San Luis, Unión Calera, Copiapó o Rangers apoyar a ese grupo?, no lo entiendo... Me parece increible e insólito, por ejemplo, que Deportes Copiapó bote por Segovia, siendo que apenas ha salvado la categoría en todos los últimos torneos de Segunda División.

Pero ahí no termina todo: la elección de Segovia implicó la renuncia pública a su cargo del DT Marcelo Bielsa. Y Chile se había convertido en un país bielsista absoluto. Los hinchas han creido en el proyecto de Bielsa, se identifican y entusiasman con el juego de la Selección y con el orden y disciplina que el rosarino impuso dentro del grupo. Por ello el público está molesto, indignado.

Segovia es un empresario millonario que fue levantado como candidato por las sociedades anónimas que controlan a los tres clubes grandes. Ello demuestra una vez más que hoy en día los millones sirven para comprar cualquier cargo.

Así como Reinaldo Sánchez correspondió al gobierno de Lagos y Mayne-Nicholls al de la presidenta Bachelet, y mucho antes Molina y Ambrosio Rodríguez eran el pinochetismo en el fútbol, hoy Jorge Segovia representa claramente el espíritu piñerista: sin chispa, sin empatía, usando lugares comunes pero con una chequera con muchos ceros, Segovia significa volver a los "macucos" que han manejado esta actividad casi siempre.

A pesar de eso, me parecen ridículas las acusaciones de la oposición política sobre un supuesto intervencionismo de Piñera en esta elección, sobre todo cuando se sabe que él es el principal accionista de Colo Colo (aunque siempre fue hincha de la U Católica, el olor de los negocios puede más). La falta de ideas de la Concertación los hace caer en cosas tan tontas como ésta.

A fin de cuentas, el resultado de esta elección ha sido lamentable. Mayne-Nicholls no solo trajo a Bielsa. Trajo también torneos, llevó la Copa Chile a todos los rincones del país y contó con el apoyo decidido de la Presidenta para la construcción y remodelación de estadios, entre otros. Su gestión ha tenido más méritos que fallas y ha sido por lejos el "menos malo" de los presidentes del fútbol chileno desde 1962. Pero... ¡¡gran señor es don dinero!!

Me quedaré esperando la espectacular rechifla a los nuevos dirigentes en el último partido de la Selección de Bielsa, el 17 de noviembre próximo.

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