martes, 1 de diciembre de 2009

Dos sonetos para Nina

Me acaricia sentirte mi amiga,
danzando en una nube color rojo
como tu corazón, libre de enojo
y feliz, que quiero la razón bendiga.

Si vence el corazón... ¡y quién lo niega!,
serás así el amor y con arrojo,
el puño alto, un sol por cada ojo
y viendo, iluminar a quien te siga.

Más... ¡digo rápido y mal! ¿quién te sigue?
nadie mujer, que yo sepa. Vas con otros,
te acompañan, como yo. ¿Quién te sigue?

Nadie hoy... ¡y quien lo oiga que lo niegue!
que no es hoy, es pronto... ¡y con nosotros!
Buena serás pa' tu pueblo... cuando llegue.


Buena como un día claro y lindo,
como hembra con el macho que la llama,
como siglos de placer de que te ama,
fusil que en la batalla va venciendo.

Serás para todos, lo que tú vas siendo;
tu humana libertad, más que la llama,
viento que avive será. En tu cama,
tu compañero, vida irá sintiendo.

Y así, llevándonos a muchos lados
nuestro canto de placer y libertad,
del amor podrán ser muchos soldados.

Y pondremos a las cárceles candados
y a los huérfanos daremos hermandad;
El dolor y los injustos... derrotados.

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Por Jorge Cucurella. Publicado en "OJOS DE MIEL", cuadernos literarios Nº 1 de los estudiantes de la Escuela de Psicología de la U. de Chile en enero de 1973.


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