Como ya había mencionado hace un año atrás, últimamente se le ha dado bastante importancia en Chile a la defensa del consumidor y a la protección de sus derechos. Se ha modificado la ley, permitiendo las demandas colectivas, aumentando el ámbito de derechos y dando más atribuciones al SERNAC.
Para el control del "libre mercado", que es el sacrosanto eje del modelo neoliberal, existe una judicatura específica (a la que la dictadura le dio muy pocos poderes para proteger sus intereses, pero después se le han ampliado sus atribuciones), compuesta por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) y la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Un proceso impresionante de monopolización en la industria farmacéutica, desarrollado agresivamente en los últimos diez años, dió como resultado que actualmente tres cadenas: Farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand, controlan en conjunto el 92% del mercado farmacéutico del país, ahogando y llevando a la quiebra a muchísimas farmacias pequeñas, tradicionales e independientes.
En diciembre último, la FNE presentó ante el TDLC una demanda por colusión contra las 3 cadenas, por haber concertado el alza de precios de 222 medicamentos, entre noviembre de 2007 y marzo de 2008, en montos que van del 50% al 200%. Los medicamentos incluidos en esta artimaña son algunos de los de mayor consumo, como fármacos contra la diabetes, la epilepsia, las alergias, resfríos, anticonceptivos, antidepresivos, etc.
La demanda intenta juzgar la conducta de estas 3 grandes empresas, pues han incurrido en un muy grave ilícito, fijando conjuntamente precios de venta al público, defraudando a los consumidores y al interés público en ello, así lo explica la petición legal.
Las farmacias negaron sistemáticamente la acusación, pero ayer estalló la bomba noticiosa, generando sorpresa e indignación en toda la población, pues se confirmó el abuso con artículos que tienen que ver con una necesidad básica y vital, como es la salud de las personas. Estas farmacias han lucrado con productos de alta sensibilidad y eso debiera condenarse de la forma más severa.
El notición fue que Farmacias Ahumada (FASA) reconoció la colusión, diciendo "que fue acordado por algunos ejecutivos con las otras dos cadenas, sin que estuviera en conocimiento de los directivos de la empresa" (lo que es MUY dudoso) y propone cancelar al Estado una multa de UN MILLON DE DOLARES.
Sin embargo, FASA se está ahorrando DOCE millones de dólares, porque la Fiscalía solicita al Tribunal que condene a cada cadena con multas de alrededor de 13 millones de dólares.
Es que las organizaciones de consumidores calculan que las utilidades extras recaudadas por las 3 cadenas en el período investigado alcanza a los 27 mil millones de pesos (unos 45 millones de dólares aprox.), por lo tanto el millón de dólares que ofrece cancelar FASA es "un moco" para lo que ya ganaron, metiéndole la mano al bolsillo a la gente de la manera más descarada y tramposa.
Como decía un médico ayer, esto es como la crisis subprime pero en la salud. Se ha infringido un daño severo a la confianza pública y a la mentada autoregulación del mercado, que según sus propagandistas, se da solo por efectos de oferta y demanda. Cuando un grupo de empresas actúa como cartel para generar un efecto específico en dicho mercado, que es nocivo para los consumidores, el mercado no está cumpliendo su rol y por lo tanto lo que corresponde ahora es regular. Establecer participaciones máximas de mercado quizás, o exigir más transparencia o dar más atribuciones a los organismos contralores, no sé.
Esa es una discusión que tendrá que darse, porque no se puede esperar un nuevo escándalo en que una o más empresas "asalten" abusivamente a la población.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario