domingo, 23 de mayo de 2010

Los ladrones tienen mucho miedo

Durante años la derecha y su prensa le han dado como caja al tema de la delincuencia. Y uno de los principales soportes de campaña de Piñera fue acabar con la delincuencia y con la "puerta giratoria", denominación creada por la prensa con el fin de agrandar cualquier decisión judicial que signifique no dejar detenido a todos los procesados por cualquier delito menor (porque como sabemos, para los delitos mayores, las estafas de cuello y corbata, el trato es diferente).

La gente informada sabe que en Chile el nivel de delincuencia es mucho menor que en otros países (lo que el propio Piñera reconoció antes de las elecciones), pero como su repetición tiene mezquinas finalidades políticas se insiste majaderamente en el tema.

Lo que sucede es que la gran mayoría de los asaltos y robos se producen en el barrio alto, donde vive la gente con mucho dinero y vínculos directos o indirectos con el poder. Por eso se hace tanto escándalo, porque le roban a los vecinos, amigos o parientes de los que mandan en el país y en los medios de comunicación (según el refrán popular, esos delincuentes deberían tener cien años de perdón).

Sin embargo, ahora que la derecha ya está en el poder han ocurrido cosas absolutamente inesperadas. Es como si los ladronzuelos quisieran burlarse de las amenazas piñeristas. Es que por ejemplo, por primera vez los delincuentes han llegado a las barbas mismas de los dueños del país: con pocos días de diferencia fueron asaltadas las mansiones del director y del dueño de El Mercurio, el diario que financió Kissinger para hacer campaña contra Allende, el diario que los estudiantes de la Católica nos dijeron que MIENTE, el diario que ha sostenido en forma muy educada todas las campañas en favor de la derecha y contra la Concertación.
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El diario que como parte de esa campaña piñerista publicaba en febrero que ahora los delincuentes están muy temerosos, porque al ganar las elecciones, Piñera haría más cárceles y los pondrá a todos tras las rejas. Porque desde la asunción de Piñera El Mercurio dejó de hablar de asaltos, violaciones, robos con intimidación, robos a lugares no habitados y otras fechorías varias, como si hubieran dejado de ocurrir. Más aún, para ratificar los días de felicidad que se avecinaban con el cambio de gobierno, en abril decía que los barrios reviven "tras años de inseguridad" (ver Ojo del Medio)

No sé qué dirá ahora El Mercurio, luego que fueran asaltadas las casas de Cristián Zegers y Agustín Edwards y que nada parece haber cambiado a pesar del discurso que -como el del 21 de mayo- se asemeja más al de un candidato que al de un presidente, con ofertas y promesas pero sin nada concreto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...demonimo 5 postea...

Seguramente el mercurio saldrá pidiendo a los periodistas que no escriban sobre estos robos , imitando a her paulmann en lo de los saqueos.