Llegó el bicentenario

En Quito se dió hace 200 años lo que se denomina "el Primer Grito de la Independencia", porque fue la primera ciudad en América en donde los criollos se levantaron contra la Corona Española (que era controlada en ese momento por Napoleón, que había detenido a Fernando VII). En ausencia del Rey la soberanía vuelve al Pueblo, dijeron, y así, el 10 de agosto de 1809 se inició un camino que en 1810 seguirían Caracas (en abril), Buenos Aires (en mayo), Bogotá (en julio), México y Santiago de Chile (en septiembre).

Por eso para los quiteños Quito es la Luz de América, porque el proceso de Independencia partió en ella. Pero también es famosa la frase dicha se supone en esos mismos días: "último día de despotismo y primero de lo mismo", porque en 200 años han cambiado muchas cosas, muchas, pero al final los poderosos siguen siendo tanto o más poderosos y los de a pié seguimos tanto o más jodidos, aunque las circunstancias sean diferentes. Y porque después de 200 años nos encontramos sometidos a las decisiones de un amo mucho más poderoso y omnipresente que el Rey de España de entonces, de cuyo yugo es muy difícil librarse.

Pero no solo parten las celebraciones bicentenarias en América Latina, en lo que entonces se llamaba la Real Audiencia de Quito, que luego formó parte de la Gran Colombia, hasta 1830 en que se independizó definitivamente con el nombre de República del Ecuador.

Además, en la fecha se han hecho coincidir otras situaciones: el presidente Rafael Correa asumió el mandato que le da la Nueva Constitución, para el que fue elegido en abril; y aprovechando la visita de los mandatarios del continente, la presidenta Bachelet le traspasó a Correa la presidencia pro-témpore de UNASUR (la Unión de Naciones Suramericanas).

Por último, se recuerdan los 30 años de democracia en el Ecuador, iniciada el 10 de agosto de 1979 con la asunción de Jaime Roldós, que es un hecho trascendente en la historia moderna del país. Después del período dictatorial, que hubo como en el resto del continente, Roldós encabezó un gobierno que impulsó la restitución de muchas garantías democráticas y generó planes y programas que fueron muy positivos para el país, pero que finalmente le costaron la vida en un accidente aéreo el 24 de mayo de 1981.

A continuación transcribo el editorial del Diario "HOY" de Quito:

BICENTENARIO DEL PRIMER GRITO DE INDEPENDENCIA
Este día, se celebran los 200 años del Primer Grito de Independencia, la gesta de los patriotas quiteños que destituyeron a la autoridad española y organizaron un Gobierno propio, autónomo.
Esta acción representa el primer paso del proceso de emancipación de la patria dentro de la etapa de las luchas por la independencia en la América hispánica, luchas que, a lo largo del primer cuarto del siglo XIX, marcarán el fin del dominio español y de los siglos coloniales.
Fue un movimiento precursor, refrendado con la sangre de los patriotas, asesinados el 2 de agosto de 1810, y el antecedente de la lucha libertadora ulterior, la cual cuenta con eslabones esenciales como la independencia de Guayaquil el 9 de octubre de 1820, y culmina con la victoria de Pichincha, el 24 de mayo de 1822, con la que se sella la independencia de España de lo que hoy es el Ecuador.
Tanto la gesta del 10 de agosto de 1809 cuanto todo el proceso libertador son posibles por la confluencia de múltiples actores y grupos sociales, locales y regionales. Una mirada histórica más amplia, entonces, supera la visión parroquiana con pretensiones de atribuir méritos iniciales exclusivos a una región y restarlos a otra.
En la denominación de Quito se incluía la amplia unidad territorial que constituyó la Real Audiencia y en la que se iría gestando una germinal conciencia de unidad nacional que, en el siglo XVIII, se refleja ya en la obra de nuestro primer historiador, Juan de Velasco, o en los mapas y estudios del geógrafo Pedro Vicente Maldonado, por la definición de las coordenadas temporales y espaciales propias y distintas de lo que fue la Audiencia de Quito y que, desde 1830, será el Ecuador.
El Bicentenario es una celebración de toda la patria.
La denominación de Quito Luz de América continúa siendo una vocación de todo el Ecuador hacia la defensa de los grandes ideales de libertad, unidad e integración.