Fue pura casualidad. Hoy me tocó hacer el recorrido que te sugerí para ir a la universidad. Me bajé en la estación Dorsal y tomé la 107.
Pero no iba a tu universidad. Iba al cementerio, a despedir a la señora Isabel.
Además de la tristeza de mis amigos, con Juany, Keka, Maty, Any, Muny y Magie compartimos bajo el fuerte sol otoñal que todavía pega en este mediodía de pleno abril.
Finalmente, la despedida terminó siendo un grato paseo de domingo.
Este breve relato lo envié al concurso "Santiago en 100 palabras" 2009, pero parece que no llamó la atención al jurado, porque no quedó entre los finalistas. ¡¡Que injusticia!!, jajaja, otra vez me quedé varado antes de llegar a las 100 palabras. Pero bueno, aquí lo dejo...
El título intenta evocar el grito de los voceadores de las micros que uno escuchaba habitualmente en Mapocho, Teatinos, Mac Iver, la Gran Avenida o a la salida del estadio.
2 comentarios:
Se cometió una tremenda injusticia: deberían haberlo publicado (sin las fotos, obvio).
Me gustó, besos.
Ren.. que pena, pero algún día tendras tu recompensa.
cariños =)
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